Durante siglos, la goma laca se vendía en escamas, y cada artesano las disolvía en alcohol conforme a su receta personal. Todavía podemos comprarla así en algunas droguerías. Además, el mercado ofrece hoy día imitaciones a precios muy asequibles, que dan buen resultado. Aunque la goma laca es muy duradera, a veces aparece deteriorada, y debemos restaurarla.
Abrillantado del lacado mate
Para proporcionar brillo a aquellos muebles lacados que han adquirido un tono mate, pero que en realidad no han sufrido desperfectos, debemos primero recurrir a la limpieza de la zona que queramos abrillantar. Para ello, usaremos alcohol, petróleo o gasolina, que aplicaremos con una muñequilla hecha con tela suave y una bola de algodón empapada en alcohol.Mojaremos la muñequilla en el líquido y la pasaremos sobre el mueble con movimientos circulares, nunca a lo largo. Es una tarea que requiere concentración, perseverancia y gusto por los acabados artesanales. Poco a poco la limpieza cuidadosa devolverá a la base de goma laca el brillo característico de los mejores muebles antiguos.
Decapado de la goma laca
La goma laca se disuelve con gasolina o alcohol. Para quitarla, empaparemos un trapo en alguno de estos dos líquidos y frotaremos cuidadosamente la superficie del mueble. Lo haremos en círculos, procurando eliminar primero la finísima costra de suciedad depositada sobre la goma laca. Cuando el trapo acumule grasa, lo sustituiremos.Una vez eliminada la suciedad y la base de goma laca, daremos a la superficie un lijado con lija de grano muy fino, en torno al número 280. A continuación, aplicaremos el producto de impregnación incoloro, con acabado mate o brillante, dependiendo del gusto particular. Hay fabricantes que ofrecen goma laca sintética lista para aplicar, que dará al mueble un aspecto similar al acabado antiguo.