¡Esta perrera de obra es un estupendo proyecto para iniciarse en la albañilería!
Nuestro amigo Kaiser-labrador es el promotor, constructor y oficial albañil de esta impecable caseta de ladrillo revestida de piedra, una ejecución para la que, asegura, que para hacer esta perrera de obra no se necesitan conocimientos profesionales, y que una sola persona puede abordar.
El artista, que califica su trabajo de modesto, ha logrado sin embargo conciliar de forma inmejorable calidad y economía. A tal fin aprovechó diversos materiales que guardaba de montajes anteriores, y como veremos tomó sensatas decisiones en las medidas de la caseta. ¡Vamos a ver la construcción en detalle de una perrera de obra!
Una vez delimitado el recinto completo de la perrera, y ejecutada la solera de hormigón armado, llega la fase de construir la caseta. "En principio pensaba hacerla con ladrillo caravista", explica nuestro amigo Kaiser-labrador.
Pero el coste en material y el engorroso trabajo de colocar tantas piezas le hicieron decantarse por el tabicón, empleando piezas de 20 x 50 cm. “Convertían la tarea en algo mucho más fácil, rápido y económico”.
Aquí vemos el replanteo de la caseta, para tomar medidas y decidir la ubicación.
"La caseta hace 120 x 150 cm de anchura exterior por 60 y 80 cm de alto, como veis me adapté a la medida de las piezas para evitar excesivos cortes", señala Kaiser-labrador.
La caseta ya está enlucida por dentro y por los lados de la esquina. El tejado lleva bardos de 110 cm, tamaño "que le iba clavado", indica nuestro amigo.
Fase de revestimiento. "No había colocado nunca piedra y realmente resulta muy sencillo, ya que requiere menos finura que el enlucido", explica Kaiser-labrador.
"Con la superficie mojada se aplica el mortero, y se colocan las piedras al gusto, cuidando de dejar el mismo grosor de junta. Después, antes de que se seque, se pasa la esponja para limpiar la piedra".
¡Qué espléndida faena está haciendo nuestro amigo! Aquí vemos la manera sencilla de apuntalar el dintel de la entrada.
Un detalle de gran importancia es que la solera lleva pendiente, para evacuar la lluvia caída. Y naturalmente la puerta de la caseta va en la parte inferior, evitando así que entre agua.
Seguidamente, Kaiser-labrador coloca las tejas, de las que guardaba también existencias en espera de uso. "Antes se colocó en el tejado el cuarto punto de apoyo de la estructura del porche".
Sólo faltaba completar la caseta con el porche, "cuya estructura se forma apoyando en los postes al efecto dos largueros, sobre los que se coloca la uralita convenientemente recortada".
Y el resultado se muestra en la foto inicial del reportaje. ¡Un trabajo magnífico, enhorabuena!