En el blog de Los Mundos de Momó, podemos ver algunas imágenes que ilustran esta tendencia, como ésta, que nos encanta:
Savvy-Chevron copyrightPues cómo ya sabéis que nos movemos por impulsos y obsesiones, ahora estamos casi hasta soñando con estas rayas... Así que nos hemos puesto a experimentar con algo pequeñito, un espejo.
1. Empezamos por el diseño: casero, casero, en libreta de cuadrícula, vamos.
2. Pintamos la superficie del color de base que queramos: nosotras hemos escogido el blanco
3. Plasmamos el diseño en el espejo: después de echar números, cogimos lápiz, escuadra y cartabón, y lo dibujamos en el espejo.
4. Cubrimos el espacio que queremos dejar en blanco con cinta de carrocero: hemos de tener cuidado de pegarla bien al espejo, para que no se filtre la pintura
5. Borramos las marcas de lápiz: tranquil@s, se quitan bien, con una simple goma de borrar.
6. Pintamos el espejo: con un rodillo, damos dos capas con el color escogido, verde aguamarina en este caso, (sí, seguimos en esa fase de obsesión por este color). Un consejo: no carguéis el rodillo con demasiada pintura, por si acaso se filtra entre la cinta de carrocero (en otro post os explicaremos por qué : (((....)
7. Retiramos las cintas: después de secar, y con cuidado....
8. Et Voilà!: a lucir espejo a la última, y mirarse todos los días con la mejor de las sonrisas (para empezar el día con alegría, ¡que falta hace!)