En esta ocasión, como en muchas anteriores que nos han traído al taller, Ana y yo hemos optado por un cambio radical para esta mesita auxiliar.
Lo primero que hacemos siempre es desmontar todos los elementos posibles para su limpieza y posteriormente pintado y dorado:
alas laterales con bisagras
Pie del tablero
bases de cajones
tiradores
sabots metálicos de las patas.
Al realizar el desmontaje nos hemos encontrado con algo muy habitual a la hora de eliminar la holgura del pie con el tablero. Como podéis ver en la imagen, hay restos de cola y papeles de periódico en la unión de la espiga al tablero que hemos limpiado hasta eliminar cualquier resto.
Esto no se hace así habitualmente, sino con masillas tradicionales elaboradas con madera y adhesivos como ya sabéis todos aquellos que seguís nuestros talleres online de Tecnicas de Restauración I y II.
Una vez que hemos eliminado el chirriante color caoba de la estructura, y que es fundamental para que el color no trepe y vuelva todo rosado, damos la preparación para dorar.
En principio se pensó en dorar la mesita auxiliar entera, por ello dimos la preparación de bol rojo para dorado de toda la estructura. Posteriormente se decide hacerla a juego con la sillería Luis XVI en marfil y ribetes dorados.
Son necesarias varias manos de esmalte acrílico mate para cubrir la preparación de bol rojo que se da a toda la superficie, excepto en los elementos dorados que son:
perímetro de cajones
vivo en perímetro de tablero y alas
gallones de pata central y moldura interior de las patas.
Aplicamos el mordiente para el pan de oro en los elementos arriba mencionados y posteriormente la lámina de oro. No hay que ser muy perfeccionista y tapar cualquier pequeña grieta, es más, tiene mucho atractivo que al romper la lámina a veces queden pequeñas grietas por las que aparezca la preparación de bol rojo.
Peinamos los restos de oro una vez seco y protegemos con gomalaca. Este paso es fundamental para la conservación del vivo dorado, que es la parte que más roce va a sufrir por manipulación.
Finalmente pulimos los elementos metálicos (bisagras, tiradores y sabots) antes del montaje final y una vez montado pulimos de nuevo toda la superficie esmaltada que no requiere mayor protección de barniz o cera.
Aquí tenemos un detalle de la sillería con la que a partir de ahora, va a convivir nuestra mesita auxiliar, unas preciosas sillas Luis XVI que Ana y yo también hemos restaurado para el mismo cliente y que son de enamorarse… o no?
Ha sido un placer, como siempre, contar con mi compañera Ana Paola para este trabajo, por su buen humor y su capacidad de trabajo.
Dice un refrán conocido: Haz lo que te apasiona y no trabajarás un solo día en tu vida. Nos vemos pronto en otro trabajo. Por favor comentarnos lo que os parezca oportuno, siempre son bienvenidas vuestras aportaciones.
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