El banco de trabajo supone el salto decisivo en nuestra afición al bricolaje. No se concibe un taller profesional sin banco de trabajo, y los bricolegas debemos tomar buena nota del ejemplo. Conviene abordar cuanto antes ese proyecto, porque será una muy beneficiosa inversión: ganaremos comodidad y eficacia en todas las tareas que podamos imaginar.
Como tantísimos montajes, el banco de trabajo puede fabricarse perfectamente con maderas de reciclaje. Y nuestro lector Jimmypla aporta una excelente demostración, dando nuevo uso a unas bobinas de cable que encontró abandonadas. Esas robustas piezas tienen las mejores cualidades para ofrecernos una base firme donde trabajar a pleno rendimiento. ¡Vamos a comprobarlo!
¡El comienzo de la historia, un hallazgo afortunado! "Un día paseando con mis perritos me encontré dos bobinas de cable gigantes. Se me encendió la bombilla y pensé que de ahí se podía sacar tajada", cuenta Jimmypla.
Nuestro amigo necesitaba un banco de trabajo para el taller, de modo que aquel encuentro fortuito se traducía en un espléndido regalo.
Estos accesorios tienen un peso muy considerable, por lo que nuestro amigo los asegura bien antes de empezar la tarea, poniendo las tapas sobre varios caballetes. "Una vez tomadas las medidas, se procede al corte con la sierra de calar".
Después de años y años de rudos traqueteos, las tablas han quedado muy ásperas, erizadas de peligrosas astillas. "Hay que lijar todo con grano grueso 120, y los bordes debemos redondearlos para que no hagan daño", señala nuestro amigo Jimmypla.
Siguiente paso: con masilla de madera se disimulan todas las grapas y grietas. "Da igual el color pues luego lo voy a oscurecer". A continuación, nuestro amigo extiende una generosa mano de tapaporos, preparativo habitual cuando deseamos un buen acabado en la madera.
Vemos la mesa presentada en el lugar que se le destina. "Se aprecia el brillo del tapaporos y la masilla", señala Jimmypla. Observemos también el borde saliente de la ventana.
Nuestro amigo ha sellado las uniones de las recias tablas con silicona de madera, así evita que entre humedad y que puedan colarse piezas menudas como los tornillos. Seguidamente, y como la mesa estará a la intemperie, Jimmypla aplica un buen producto, "es la diferencia en los años que te durará".
Las patas eran unas traviesas de andamio que también encontró el artista. Debemos cortarlas siempre con todo cuidado para que tengan exactamente la misma medida, en este caso eran 79 centímetros, altura impuesta por el saliente de la ventana que vimos en la foto anterior.
Nuestro lector pinta las patas también con protector. "De la misma madera he hecho unas cuñas para refuerzo, se colocan sobre la mesa para plantear la posición y se marca con lápiz"..
Y un detalle de gran interés: "Entre la mesa y las patas voy a poner una goma a modo de silentblock para reducir futuras vibraciones".
¡La estructura ha quedado bien sólida!
¡Un trabajo perfecto! Jimmypla hizo en el borde un rebaje para montar el indispensable tornillo de banco y otros accesorios, poniendo otro silentblock de goma para no dañar la madera.
Y con la misma cosecha de bobinas pudo fabricar tres nuevas mesas, y todavía le queda madera. ¿Qué te parece el aprovechamiento conseguido por nuestro amigo?