La mesa tocinera es un mueble típico de las cocinas antiguas. La forera Sonata señala que el nombre viene de que se empleaba para hacer chorizo y otros derivados de la matanza; ella misma recuerda haber visto la elaboración en casa de su abuela, cuando era niña. Hoy esas mesas son muy apreciadas como piezas decorativas de estilo rústico, igual que sucede con tantos enseres tradicionales.
Nos interesa saber que, dada su recia construcción, las mesas tocineras se conservan por lo general bastante bien, aunque hayan estado muchos años arrumbadas en un trastero. Por ello, restaurar con éxito una mesa tocinera no presenta mucha dificultad, y es normalmente una labor sencilla, al alcance de cualquier amante del bricolaje.
La espléndida mesa de Angelakira ilustra perfectamente las cualidades de estas viejas mesas tocineras, que fueron concebidas para humildes funciones en las cocinas. Nuestra amiga pidió consejo en el foro sobre lo que podía hacer con ella, dado que la encontró "hecha polvo", y pensaba que no iba a merecer la pena rescatarla. Un acertado tratamiento puso de relieve toda la belleza de la madera.
La mesa tocinera de Mairub "había trabajado toda la vida en una carnicería". Y quedó así de bien, una vez lijada y teñida por nuestra amiga.
En muchos derribos encontraremos preciosos ejemplos listos para restaurar. Normalmente, el criterio seguido por los foreros es el de conservar la traza del mueble, que rara vez se pintaba, y aplicar como mucho un tinte con base de betún de Judea.
La mesa de Gatagris era de su bisabuela. "La tengo que recuperar, porque no estaba tratada de ninguna manera y está llena de manchas y cortes. Y, de lavarla a lo bestia (supongo que con lejía, sosa o productos así), tiene un color gris blanquecino. Si no la he restaurado aún es porque no tengo un sitio lucido donde ponerla (la guardo en la despensa del pueblo). Me voy a limitar a repasar los ensambles, limpiarla, teñirla y protegerla con un buen fondo y acabado. No quiero lijarla a saco, porque la madera del sobre tiene las acanaladuras propias de décadas de uso por mi abuela y mi bisabuela, así que para facilitar la limpieza lo cubriré con un cristal".
Irsulinda conserva la mesa tocinera del ajuar de su madre. "La tengo de escritorio en mi habitación, y están muy de moda ahora, la mía está sin tratar, en madera lavada que se llama. Tenía un gran sobre de mármol que mi madre tiró cuando hizo la reforma, y yo me la llevé y está tal cual".
Soyrustica ha iniciado la recuperación de esta mesa, que fue de su abuelo. "La tenía en la casa de campo, y como me gusta todo lo rústico la voy a usar de mesa de comedor. Le pondré un cristal, ya que la queremos poner en la zona de los sofás, donde cenamos, y algo de trote se le va a dar".
Turutu decoró con mucho acierto la mesita tocinera que encontró en un mercadillo de verano. "Era un domingo de mucho calor, y en vez de ir a la Expo dimos una vuelta por el mercadillo, que tenía más sombra. Aquí está con las sillas. Los adornos los hice a juego. La verdad es que me gusta mucho, pero sólo la tengo de adorno para poner la maceta. Es pequeña, para usar tengo una más grande".
La mesa restaurada por Yolamen necesitó un intenso 'desmaquillado' para quitarle toda la pintura. "Después de las 20.000 vueltas que he dado, y el trabajo tan grande, estoy contenta con el resultado, es muy natural. Quitar todo lo que llevaba, ponerle productos nuevos, quitárselos, y, por fin, así con la cara lavada. Es súper práctica por la altura que tiene, hasta puedo planchar sentada, que no veas cómo se agradece". La artista le puso un sobre de granito, algo que antaño se hacía en muchos casos.