Para el paso del cable de luz realizaremos un agujero con un taladro en el interior del cuello que comunique con la espalda. Al tratarse de un material blando como es la espuma no resulta una operación complicada.
En uno de los extremos del cable colocaremos el enchufe y a una distancia de un metro aproximadamente irá el interruptor de suelo. Para la instalación de ambos hay que desatornillar sus tapas, pelar el extremo de los cables y colocarlos como se ve en la foto: en el enchufe cada cable interior va pillado en cada uno de los tornillos, mientras que en el interruptor solo uno de los cables se pela y pasa por la instalación en los orificios habilitados para ello. Hecho esto volvemos a colocar las tapas y las atornillamos para que quede cerrado.
El otro extremo del cable (en el que aún no hemos instalado nada) lo pasaremos por el agujero, realizado previamente, que va desde la espalda hasta el cuello. Este cable lo fijaremos a la espalda del maniquí y al pie del mismo con cinta aislante y/o adhesiva de un color acorde a cada pieza o que no llame mucho la atención.
En el extremo del cable que sobresale del cuello instalaremos el casquillo, este se abre mediante unas pestañas y en su interior podemos ver varios agujeros donde deberemos meter el extremo de cada uno de los cables pelados. Hecho esto cerramos el casquillo y lo encajamos en el orificio del cuello con una pieza metálica que va a rosca.
Realizada toda la instalación del cableado solo queda colocar la funda sobre el maniquí, la tulipa y la bombilla.
¡Ahora ya tienes una lámpara de diseño para tu casa!