Así que cuando encontramos algún mueble pequeño (sea para restaurar ó de madera sin tratar) no dudamos en adquirirlo.
Fue el caso de esta pequeña sillita de madera sin tratar que vimos en un mercado.
Le dimos un buen lijado para eliminar todas las irregularidades y que la superficie quedase suave al tacto.
Después cortamos espuma a medida
para el asiento
Elegimos una pintura acrílica
de color amarillo
La pegamos con cola al asiento y la
dejamos secar unas horas
Como Jacobo es un amante de la naturaleza, elegimos una tela de búhos muy llamativa para tapizar el asiento. Dimos una capa de cera al mueble y pusimos fieltro en las patas para no rayar el suelo. ¡Y listo!
¡Una sillita sólo para él!
(Ahora os dejamos, vamos a ver si disfrutamos de estos rayos de sol que por fin se animaron a salir...)
¡Feliz semana!