Si me gusta la madera, no te puedes imaginar lo que me flipa cuando está en su forma más básica: troncos y ramas.
Así que hace un par de años, cuando pedimos la leña para la estufa, me hice con un tronco. Un señor tronco, con el que hacer “algo”. También tenía una rama gigante de un pino seco… pero no me lo pude traer en la mudanza. Hace un tiempo compartí con vosotras ideas e inspiración para hacer algo con troncos y rodajas de madera. Aunque lo tenía más o menos claro ¡una mesa auxiliar! Y desde que la he hecho, no hemos dejado de utilizarla. Sirve de mesa y sirve de taburete. Versátil, como a mi me gustan las cosas.
Donde conseguir un tronco
Si vives en el campo o tienes pueblo es más o menos sencillo. Pero los urbanitas nos perdemos con esto ¿un tronco? ¿Facil de conseguir? ¿De dónde sale eso? etc. Por lo menos yo lo veía como algo súper complicado.
Hay épocas en las que se hacen aclareos. Cerca de mi ex-casa en la sierra el ayuntamiento estaba haciendo aclareos y había troncos de pinos por todas partes. Pero es muy raro y difícil que estén bien. Parece que sí, pero cuando intentas poner uno de pie, ves que está todo torcido. Así que a no ser que tengas buen don de gentes y te acerques a pedir que te corten uno mono, pasa a la siguiente opción.
Comprarlo como leña. En las afueras tienes muchos sitios en los que venden leña seca para quemar en invierno, te puedes acercar y pedir que te corten un tronco, eso es lo que yo hice. Aproveché cuando pedí la leña para la estufa y pedí un tronco de unos 50/60cm de alto y buen grosor. Les expliqué para qué lo quería y me trajeron un tronco relativamente plano y muy grande. Lo venden al peso así que debió de costar entre 5 y 10. Eso sí, no está “perfecto” y lleva mucho trabajo.
También he encontrado sitios en internet en los que te venden troncos ya preparados (como este).
Leña ¿de qué?
Hay amigas. Eso es un mundo.
Por un lado está la dureza de la madera. Si pides leña blanda pesará mucho menos y será más fácil igualar. Por ejemplo, el pino y el eucalipto son blandas.
También están las diferencias de color y en general el diferente aspecto de cada tipo de madera. Si quieres un acabado más nórdico que rústico, el pino, eucalipto, álamo… son las que debes escoger, su madera es mucho más clara. Pero a mi me tira madera como la encina, dura a más no poder, muy rústica y pesada.
Los pasos
Ahora sí, tenemos nuestro tronco, vamos a ver qué hacer con él.
Empecé por quitarle toda la corteza. Si el tronco está seco (debería) sale sin esfuerzo haciendo algo de palanca con una espátula o un destornillador.
A continuación, con un cepillo eléctrico eliminé algunas irregularidades y marcas de sierra que quedaban. Después le di con una lima gruesa para seguir igualando.
Una vez que la parte más dura está hecha, vamos a los acabados. ¡Vamos a lijar! Primero con lija de grano grueso para terminar de igualar lo máximo posible y eliminar cualquier astilla.
A continuación con lija más fina para terminar de pulir todo.
Vamos a dar la vuelta al tronco y a ponerle unas ruedas. Así podemos moverlo dónde queramos, pesa una barbaridad.
Cuidamos de que queden bien centradas, no muy hacia dentro para que no pierda el equilibrio y sin más atornillamos al tronco con tornillos de madera. Una vez que están las cuatro bien aseguradas damos la vuelta.
¡Y a proteger nuestra mesita con un tronco! Para hacerlo he usado primero una mezcla de aceite de linaza y aguarrás y luego aceite de linaza puro.
Empapamos bien un trapo en la mezcla, aplicamos a la madera ¡y empiezan a salir los colores! La encina es espectacular coge un tono rojizo precioso. Lo dejamos varias horas y retiramos el exceso con un trapo que no suelte pelusa.
¡Y repetir! Yo decidí continuar con aceite si rebajar. La idea es realizar el proceso hasta que la madera deje de absorber aceite.
Para terminar le di una mano de cera incolora. Dar cera, pulir cera.
¡Y ya está! Por si te queda alguna duda, o te gusta verme el careto (hay gente pa tó) ¡aquí te dejo la entrada en formato vídeo! Me he puesto camisa de leñador y todo.
Aunque los pasos para hacer una mesa con un tronco, no son complicados lleva más trabajo del que pensaba. ¡Pero el resultado final merece totalmente la pena!
Seguro que ya estás corriendo a ver dónde, como y cuando, te vas a hacer con un tronco.
¿a que sí?