Conseguimos esta antigua jaula de pájaros que ya cuando la tuvimos en las manos, nos encantó.
Después de darle muchas vueltas a ver qué hacíamos con ella, se nos ocurrió en transformarla en una lámpara.
Aunque parezca extraño, también estaba atacada por la carcoma. ¡Pobres pájaros los que vivían en ella!
Lo sorprendente es que todavía conservaba el bebedero de cristal, el comedero de porcelana para el alpiste y la bandeja inferior de metal. Su columpio y el otro comedero de madera con sus orificios.
En definitiva, una monada.
Después de hacerle el tratamiento contra la carcoma, pintamos toda la reja en dorado.
El acabado de la madera lo hicimos dándole unos pequeños toques en blanco. Estirando bien la pintura con una brocha pequeña de cerdas duras. Y una capa de barniz satinado.
En cuanto a la parte eléctrica, aquí es donde tuvimos más problemas. Como siempre lo guardamos todo por el que "seguro que nos servirá para algo", rescatamos una antigua pantalla pequeña. Pero, ¿cómo la colgamos? Pues con unos alambres muy finos que tenemos para colgar las lágrimas de lámparas, la pusimos en una esquina. El cable es uno que utilizamos siempre en lámparas antiguas, de tela dorada. La bombilla tenía que ser una muy pequeña, por eso le hemos puesto una de las de neveras.
Había que adornarla un poco, no en exceso. En dos esquinas colgamos dos lágrimas de cristal. En el comedero, unas flores secas, y para rematar rescatamos de nuestro baúl de los recuerdos, dos pájaros de tela, uno en el columpio y el otro en el comedero. Pintamos de azul, la mitad del bebedero para imitar el agua.
Y así nos ha quedado nuestro tesoro.
¿qué os parece?
Fuente: este post proviene de El taller de Restauración de Lila, donde puedes consultar el contenido original.
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