Iluminar un exterior puede tener diversas finalidades: poder trabajar en la penumbra, crear un ambiente confortable, proteger contra intrusos o simplemente evitar choques con los posibles obstáculos que pueda haber. El número de luces a colocar ya irá en función de cada uno, pero siempre pasaremos los cables bajo el suelo o camuflados en alguna pared.
Una vez elegidos los modelos de lámparas que mejor se adaptan a tu estilo y al de tu casa, sólo tienes que ponerte manos a la obra con los utensilios adecuados.
Herramientas necesarias
* Alicates pelacables.* Alicates de boca larga.
* Taladradora.
* Alambre de acero.
* Destornillador.
* Pala.
* Cinta métrica.
* Detector de electricidad.
* Sierra para metales.
* Cúter.
Protección
Cualquier luz de exterior ha de estar preparada para las inclemencias meteorológicas. Por eso, en la carcasa encontraremos las letras IP seguidas de dos números, que nos indican el grado de protección de las lámparas. El primer número indica la resistencia del material al polvo. En este tipo de lámparas debe marcar como mínimo un 4 de una escala que va hasta 6.El segundo número hace referencia al grado de impermeabilidad de la luz. La escala llega hasta 7 (se pueden sumergir), pero no puede ser inferior a 3, que quiere decir que aguanta una lluvia no muy fuerte. A partir del 4 la luz ya puede soportar la fuerza de un chorro de agua. Te recomendamos que no escojas un IP de grado inferior a 44.
Por otra parte, las luces y, en general, todos los aparatos con elementos metálicos deben protegerse del riesgo de provocar choques eléctricos. Existen los de clase II que disponen de un doble aislamiento y no precisan toma de tierra. Las lámparas de clase I sí que necesitan de una toma de tierra (el cable amarillo/verde). Asimismo, conviene tomar precauciones especiales; por eso recomendamos instalar un disyuntor diferencial de 30 mA exclusivamente para conectar la instalación de las luces de exterior.
Iluminación de fachada
Podemos optar por dos tipos de lámparas:* Pizarra natureLas incandescentes son las más 'normales' y producen luz ambiental. La intensidad de la luz variará en función de la bombilla que pongamos en el portalámparas (75 ó 100 vatios). La elección del modelo es totalmente personal, pero las más habituales son los globos o farolas.
* Las halógenas producen un haz de luz muy potente y concentrado hacia donde estén enfocadas. También desprenden mucho calor y llegan a quemar, por lo que hemos de tener cierta precaución.
?A qué altura colocarlas?
Fijaremos las lámparas a una altura superior a una persona, nunca a la altura de los ojos porque nos deslumbraría. Si lo que buscamos es iluminar una gran superficie y además que hagan de efecto disuasorio, las elevaremos más para que no se pueda ni acceder a ellas.Debemos evitar siempre que podamos pasar los cables por el exterior de la fachada. Aparte de ser antiestético, no es nada seguro. Una vez que sepamos dónde colocaremos la luz, haremos un agujero en la pared con una broca para piedra de un diámetro superior al de los cables.
Si no tenemos otra opción que pasar los cables por el exterior de la fachada, los protegeremos pasándolos por el interior de una funda aislante rígida que fijaremos con unas abrazaderas especiales para tubos.
Las conexiones
Realizar las conexiones eléctricas es muy sencillo. Habiendo quitado antes la luz, pelaremos los extremos de los cables y los fijaremos al portalámparas (nunca uniremos los cables entrelazándolos unos con otros, usaremos una regleta de conexiones). Sólo se trata de unir los hilos del mismo color. Si la lámpara tiene elementos metálicos, hay que conectar el hilo de toma de tierra (amarillo/verde).En la mayoría de las lámparas se coloca una goma aislante entre el portalámparas y el globo. Existen algunas que no disponen de la goma aislante pero que están diseñadas para que el agua que pueda llegar a entrar salga por unos orificios sin entrar en contacto con los elementos bajo tensión.
Algunos extras
Las lámparas con células fotoeléctricas son muy prácticas para la iluminación exterior porque ellas mismas detectan la luminosidad que hay donde están colocadas y en función de ello se encienden o se apagan. Además, hay lámparas que incorporan un dispositivo de rayos infrarrojos que, al detectar movimiento en su zona de influencia, se encienden. En el momento de decidir su ubicación es conveniente saber que el sistema es más sensible a los movimientos laterales.Por cierto, hazte con un interruptor bipolar para encender y apagar las luces. Éstos están especialmente pensados para luces en el exterior, cuartos de baño o cocinas (lugares en los que haya humedad).