Aunque los espumillones y las bolas siguen siendo elementos esenciales para la decoración navideña, la iluminación se ha convertido en imprescindible para darle a nuestro hogar ese brillo tan especial que merece en estas fechas. Las luces han pasado de ser simples bombillas de color a complicados aparatos electrónicos en los que la intermitencia de colores se combina con las notas de los villancicos más conocidos. En definitiva, todo tipo de artificios que pueden superar a cualquiera. Si no quieres enredarte entre los cables de la instalación, sigue nuestros consejos. Conseguirás una iluminación navideña sencilla y segura.
Sin duda, los exteriores son el punto fuerte de las luces de Navidad. Junto con las espectaculares vistas de las calles y centros comerciales iluminados, podemos ver ya, cada vez más, balcones y terrazas que brillan con luz propia. Si, además, dispones de un chalé o adosado, puedes incorporar las luces al jardín o el porche. Son muchos los que optan por dar color a sus árboles y arbustos con todo tipo de bombillas de color. Si éste es tu caso, te recomendamos que sigas algunas normas de seguridad para no dañar demasiado tus espacios verdes.
Antes de empezar con la instalación, te recomendamos que planifiques cuáles serán las zonas que vas a iluminar. Mide el largo que necesitas y añade algunos metros extra para no quedarte corto. Además, has de asegurarte de que cuando compres la guirnalda tiene que haber una distancia mínima entre la primera bombilla y en enchufe: aproximadamente entre 1 y 1,5 m. Este punto siempre dependerá de tus necesidades, pero, en cualquier caso, recuerda que es importante que el cable llegue holgado al enchufe, ya que éste no siempre está tan cerca de la zona a iluminar como nos gustaría.
No sólo contemplaremos la cantidad, sino también la calidad de las luces. ?Las queremos con sonido o sin él? ?Con efectos lumínicos? ?De colores o blancas? ?Qué tamaño? Independientemente de tus gustos, recuerda que es importante que exista cierta armonía entre las luces, incluso con la decoración interior de la casa. Si te gusta el minimalismo, opta por el blanco; si prefieres un aire divertido para los niños, decántate por los colores y los villancicos. Recuerda, no obstante, que las luces más grandes son las mejores para los exteriores, no sólo por que iluminan más, sino porque su duración es mayor.
En la tienda
Una vez hecha la planificación, es momento de acudir a comprar las luces. Asegúrate de que las guirnaldas que adquieras tengan cables de goma o caucho, mejor que el plástico, que es menos resistente. Podrás diferenciar el PVC del caucho porque el primero es brillante frente al aspecto mate del segundo.
Otro punto importante es la climatología. En esta época, no es raro que haga mal tiempo: lluvias, heladas, o nieve son fenómenos meteorológicos habituales en el invierno. Por eso es fundamental que adquieras luces resistentes que incorporen aislantes contra el agua o la humedad (consulta la estanqueidad de los cables con el dependiente). Si la guirnalda que vas a comprar va destinada a los exteriores de la casa, comprueba que todos sus elementos son aptos para estas zonas. Así evitarás daños irreparables y podrás prologar su vida útil.
Escoge luces de baja tensión para evitar sobrecargar la red. También has de comprobar que con una iluminación extra en casa no te excederás en la potencia que tienes contratada con la compañía que te suministra la energía. Por último, compra guirnaldas en las que las bombillas puedan cambiarse (el embalaje también debería incorporar algunas de repuesto).
Algunos consejos de seguridad
Si en vez de comprar, lo que toca es desembalar las guirnaldas y sacar de las cajas del desván los objetos de decoración navideña, has de comprobar previamente que todo se encuentra en perfecto estado. Es probable que sólo tengas que cambiar alguna bombilla fundida, pero también puede ser algo más grave, por ejemplo, que los cables estén deteriorados. Vigila este punto para evitar accidentes.
Para cambiar las bombillas (no olvides desconectar la guirnalda de la corriente), siempre sustitúyelas por otras de las mismas características. Si no son de la misma potencia, el resto de bombillas pueden sobrecalentarse.
Aleja los cables de elementos susceptibles de conducir la electricidad: barandillas, escaleras o pasamanos de metal o postes de electricidad. También deberás evitar el contacto de las guirnaldas de luz con los objetos decorativos hechos de metal (las bolas del árbol de Navidad, por ejemplo). Si quieres poner luces a un árbol decorado con bolas, recurre a las que estén hechas de plástico.
Asimismo, es importante también que no cubras las luces: la elevada temperatura que alcanzan las bombillas puede provocar problemas con los materiales inflamables. Aleja la iluminación de los toldos, por ejemplo. Un último consejo: no abuses de los escasos y valiosos recursos energéticos. Instala un temporizador o bien ahorra energía desconectando las luces por la noche o al salir de casa. Con todo en orden y la seguridad bien atada, ahora sólo queda disfrutar de la paz de tu hogar en compañía de tu familia y amigos.