Pues resulta que de aquella entrada nos surgió el encargo de un par de espejos del mismo estilo...también para una decoración de ambiente rústico.
Así que os recordamos los pasos y los nuevos diseños que obtuvimos:
1º partimos de nuestro espejo
perfectamente lijado y limpio 2º seleccionamos unas páginas
de un libro de lectura desechado
4º los pegamos con cola blanca
ligeramente diluida 3º recortamos a medida las páginas seleccionadas
5º el resto del marco lo pintamos en blanco mate
6º preparamos un frasco con un poco
de betún de judea mezclada con disolvente
7º pasamos con una esponja(ó un trapo) todo el marco
con mucho cuidado, intentado conseguir un aspecto envejecido
El resultado que obtuvimos fueron estos dos nuevos cuadros por los que parecen haber pasado varias décadas:
¡Abrazos!