En la primera parte de esta guía práctica sobre acabados para la madera (puedes acceder a ella a través de este enlace), analicé productos naturales para protegerla como son la cera, la goma laca y el aceite. Ahora le ha llegado el turno a los productos sintéticos, concretamente al poliuretano, barniz y laca.
Aunque en un principio puede parecer que el poliuretano, el barniz y la laca son el mismo producto, no es así, cada uno de ellos tiene sus propiedades y peculiaridades como verás a continuación.
Acabados para la madera: poliuretano
El poliuretano es una resina con base de plástico que proporciona un acabado grueso y resistente. Se puede encontrar poliuretano al agua y al disolvente, así como con acabado mate, satinado y brillante. Es uno de los barnices con mejor adherencia a la superficie y que más se suele utilizar en carpintería de interiores ya que resulta apropiado para maderas que deben resistir un roce constante.
El poliuretano con base agua cuenta con la ventaja de que apenas se nota su olor, es incoloro y se seca bastante rápido, sin embargo no soporta bien el calor ni los productos químicos, por lo que su uso solo se recomienda para muebles de interior y que no vayan a tener un uso muy intensivo.
Para su aplicación conviene utilizar brochas de cerdas sintéticas ya que, al igual que sucede con las pinturas al agua, las cerdas naturales se reblandecen con una base acuosa (puedes ver mis recomendaciones para pintar con brocha o rodillo en este enlace). También se puede aplicar con rodillos de espuma y flocados (piel de melocotón). Además para un acabado perfecto, resulta conveniente un lijado entre capas con una lija de grano muy fino (300 o más).
Por otra parte, el poliuretano con base aceite o al disolvente resulta más resistente al calor, a los golpes y a los arañazos en comparación con el de base agua. Es el que se suele utilizar para pisos o tarimas de madera, mesas y encimeras.
El poliuretano sintético añade un ligero color amarillento a la madera que puede enriquecer su aspecto natural y subir el tono de los tintes. Además tiene un olor intenso, por lo que conviene trabajar con él en una estancia que esté bien ventilada. Para su aplicación se recomienda utilizar una brocha de cerdas naturales o un rodillo de lana o multisuperficie, si bien al igual que en el caso del poliuretano con base agua, el lijado entre capas será la clave para un acabado perfecto.
Por último hay que tener en cuenta que cuando se quiera proteger un mueble de madera con efecto decapado, tanto el poliuretano con base agua como el poliuretano con base aceite se puede aplicar indistintamente sobre pinturas de ambas bases, si bien el poliuretano con base aceite proporcionará un tono ámbar, más acentuado en el caso de pinturas de color claro.
Particularmente he utilizado poliuretano mate sobre una librería de madera teñida y sobre una mesa de escritorio decorada con decoupage, obteniendo un acabado resistente en ambos casos.
Acabados para la madera: barniz
Del mismo modo que sucede con el poliuretano, los barnices se pueden clasificar en barnices al agua y sintéticos, y también se puede elegir entre un acabado mate, satinado y brillo.
El barniz es una disolución de aceites o sustancias resinosas en un disolvente, el cual se evapora en contacto con el aire, dejando una capa protectora sobre la superficie a la que se ha aplicado. Existen barnices de origen natural (resinas y aceites esenciales de plantas) y barnices hechos con resinas sintéticas.
Los barnices acrílicos o al agua se secan muy rápidamente, si bien requieren que se aplique bastantes capas para obtener un resultado tan resistente como el de un barniz sintético.
Los barnices sintéticos tardan en secarse unas 5 horas y se debe esperar 24 horas para aplicar una nueva capa, preferiblemente con una brocha o paletina de cerdas naturales. Su principal ventaja es que es muy resistente, especialmente el barniz Spar o marino que resulta perfecto para muebles que vayan a estar al aire libre y expuestos a la humedad, así como para puertas de exterior. Este tipo de barniz protege la madera tanto de la humedad como de los rayos ultravioleta.
Imagen: Xperts Floor Sanding
Respecto al acabado, hay que tener en cuenta que un barniz brillante intensificará el color de la madera pero también hará que resalten sus imperfecciones. El barniz satinado es el que más se utiliza para proteger suelos aunque hay que tener en cuenta que oscurece con el tiempo. Por último, el barniz mate es bastante resistente y se utiliza preferiblemente en puertas y ventanas.
Acabados para la madera: laca
La laca proporciona a la madera un acabado brillante, suave y duradero, pero al igual que la pintura oculta su veta original. Aunque se puede utilizar sobre cualquier tipo de madera, los tableros de MDF (aglomerado de fibras de madera) son los más adecuados para obtener un acabado liso y homogéneo.
Imagen: Little Green Notebook
La principal diferencia entre laca y pintura es que la laca proporciona un acabado cristalino y más duradero que la pintura. Además su tiempo de secado es menor y el color se mantiene invariable con el paso del tiempo. Como principal desventaja destacaría que hay que tener cierta práctica para conseguir un buen acabado y evitar los problemas más comunes asociados al lacado: la falta de adherencia y los grumos o “piel de naranja”. Además es necesario utilizar pistola, ya que su textura es más viscosa que la de otros acabados.
El acabado a la laca o lacado se suele utilizar para proteger muebles de interior de estilo moderno o contemporáneo, aunque también se puede usar para restaurar mobiliario antiguo y darle un aspecto renovado. Por otra parte es posible combinar cualquier color de laca (cartas RAL, NCS y Pantone) con madera para crear muebles personalizados y muy decorativos.
Imagen: Apartment Therapy
Resumiendo…
La versión al aceite (o sintética) del poliuretano y barniz siempre va a resultar más resistente que la versión con base agua, sin embargo ésta última seca mucho más rápidamente y no añade tonalidad a la madera.
El poliuretano tiene una gran adherencia y resistencia química y es la que más se utiliza en carpintería de interiores, mientras que el barniz es más apropiado para maderas que tengan que estar a la intemperie como por ejemplo puertas y ventanas, ya que además de la humedad protege de los rayos ultra-violeta.
Por otra parte la laca oculta el veteado de la madera y proporciona un acabado muy brillante acorde con un estilo contemporáneo. Su aplicación se ha de realizar exclusivamente con pistola, por lo que requiere cierta destreza para conseguir un buen acabado.
Por último hay que tener en cuenta el estado del mueble u objeto a la hora de aplicar cualquiera de estos acabados para la madera. Si el mueble ya está barnizado habrá que hacer previamente una prueba en una zona no visible del mismo para descartar cualquier incompatibilidad química que pueda dañarlo. También será necesario lijar o decapar para corregir defectos y homogeneizar la superficie antes de aplicar una nueva capa de barniz.
Con esta segunda parte de la guía sobre acabados de la madera se completan las opciones de la primera parte. Cera, aceite, goma laca, poliuretano, barniz y laca ¿sabes qué acabado vas a elegir para proteger tus muebles y objetos de madera?
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