El espejo es una combinación de cosas que me gustan. Me gusta el decapado, que en este caso mezcla el blanco y el gris. Muchas manos de pintura, una pasada de lija, otra mano de pintura. E ir sumando tonos de grises.
Y otra cosa que me gusta: los lunares. Como no tengo ni buen pulso ni un ojo privilegiado para el dibujo uso un tampón. El pobre lo tengo ya muy gastado.
Una vez que se hace el circulo con el tampón hay que repasarlo con el pincel. De hecho, no creo que me haya salido ni uno completamente redondo. Pero quien insiste lo logra y sé que alguna vez en la vida haré un circulo redondo y no con forma de huevo. Y como me parecía poco, pues una servilleta. La de las hadas me encantan.
Pero tengo que decir que tienen varias artes un poco complicadas. Es bastante fácil quedarse con un pie en la mano cuando tratas de pegarlas.
Con la servilleta puesta faltan las letras. Sin duda alguna, ahora mi principal problema. Las veo muy oscuras y en las fotos más aún.
Así que tengo que aclarar esas letras, dar una manita de barniz y por último quitar toda la cinta para proteger el espejo. Que visto la cantidad de pintura que tiene fue un buen acierto ponerla.
Así que yo creo que esta misma tarde estará listo el espejo para Lucía.
Como cada viernes os invito a dar una vuelta por las propuesta de los "Findes Frugales" de Marcela.
Y os recuerdo que seguimos de concurso. ¿Quién será el primero en adivinarlo?