Hay tantos trucos como tipos de barbacoa, pero os voy a enseñar algunos de los que consideramos rápidos ya que no nos llevarán más de 5 minutos y por tanto deberemos hacerlos después de cada barbacoa que hagamos. Conviene que tengamos la rejilla siempre limpia y no ir acumulando restos que puedan afectar a la siguiente y en el caso de la base, la suciedad acumulada en las cenizas que no nos dejará encender el próximo fuego.
Así que el primer paso es recoger las cenizas de las brasas una vez hayan enfriado, de esta manera evitaremos que se vayan acumulando y que en caso de una racha de viento, que nos manchen el jardín o el resto de la barbacoa.
Para la parrilla hay numerosos trucos y hay opiniones para todos los gustos, pero todo pasa por probarlos y comprobar que funcionan. En el primero, una vez que ha dejado de estar caliente, podemos ayudarnos de materiales tan básicos como:
- Papeles de periódicos viejos
- Posos de café
- Aceite de cocina
Seguro que todos tenemos esto por casa y los pasos son muy sencillos. Lo primero es cubrir la parte de la estructura con los papeles, y así evitar que caiga algo a la base. A continuación, poner unos posos de café en una bola de papel y restregar por la parrilla, comprobando de manera instantánea lo limpia que queda.
Esta acción la podremos repetir cambiando el papel y los posos por arriba y por abajo de la parrilla. Por último, impregnamos otro papel de aceite de cocina y repasamos la parrilla entera, lo que nos servirá para conservarla y evitar su oxidación.
En el segundo, conviene hacerlo con la parrilla aún caliente, la mejor manera para que los restos de alimentos se despeguen de la rejilla. En este truco echaremos mano de un cepillo grande con un mango lo suficientemente largo para no correr peligro, líquido del que utilizamos para encender la barbacoa (inflamable) y una esponja humedecida con agua y jabón que sujetaremos con las pinzas de barbacoa.
Mientras comemos podemos dejar la parrilla cerca de las brasas cogiendo calor y al ir a limpiarla, nos ponemos las protecciones necesarias (guantes, gafas...) y empezamos con el cepillo. Para esto mejor devolver la parrilla a una altura mayor, más separada de las brasas.
Al pasar el cepillo, podemos echar un poco del líquido inflamable que sirve como quita grasas, teniendo cuidado con las llamas, que se avivarán. En último lugar, pasamos la esponja humedecida y retiramos todos los sobrantes que hay en la parrilla, dejándola como nueva para el siguiente uso.
Vamos ahora con los asados o barbacoas de metal que aparte de las manchas habituales en la parrilla, pueden presentar manchas de corrosión.
El primer consejo es el de no usar agua a presión como mangueras, pues puede favorecer esa corrosión. Si ya sufrimos esa corrosión, hay productos en el mercado para quitarla, solo hay que aplicarlos, dejar acutuar unos 3-4 minutos y retirar con un trapo limpio.
El siguiente paso es parecido al anterior truco, pasando un cepillo tras haber calentado la zona con el carbón prendido. En el último paso, echaremos mano de una cebolla, que ayudará a desinfectar la zona y la dejará lista para nuevos usos, asegurando una larga vida a nuestra parrilla.
En este vídeo, podréis comprobar los pasos a seguir para disfrutar de una barbacoa como nueva a diario:
Como hemos dicho, estos trucos no nos llevarán mucho tiempo, pero también os voy a dar un truco de limpieza con el que tardaremos algo más y que deberemos hacer una o dos veces al año.
En este caso lo primero que haremos, después de retirar las cenizas que hay en la base, será desmontar la barbacoa, es decir, quitar la rejilla, la campana y cualquier objeto que se pueda quitar y poner con facilidad.
El truco consiste en hacer una mezcla de agua y bicarbonato, aunque ojo, es importante que por cada parte de agua haya tres de bicarbonato, ya que recordamos que el agua en exceso puede dañar la estructura.
Dejamos reposar unos minutos esa mezcla en el fondo de la barbacoa y con un cepillo grande empezamos a frotar enérgicamente por toda la superficie. Daremos varias pasadas pues tendrá suciedad acumulada de varios meses.
Tras un tiempo con esta acción, retiraremos la mezcla de toda la barbacoa y aclararemos con un poco de agua limpia y un trapo, dejando la barbacoa reluciente y lista para nuevos usos.
Confío en que estos trucos os sirvan de ayuda y podáis utilizar las barbacoas todas las veces que queráis, ya que es uno de los mayores placeres del buen tiempo. Recordar que cualquier duda, sugerencia o comentario que tengáis, os espero en nuestro muro de facebook para resolverlos.