Darle luz a tu manualidad de Belén es el factor que puede faltar para que este perfecto. Puesto que, cuando llegan las fiestas navideñas, muchos aficionados al bricolaje aprovechan para dar rienda suelta a su creatividad montando asombrosas tareas de iluminación para la casa, tanto para adornar las estancias y el balcón, como para hacer más espectacular la visión del árbol de Navidad o del Nacimiento. Si lo tuyo es el Belén, te proponemos un trabajo único para conseguir una efectista iluminación de las figuritas y el paisaje.
El sistema se sustenta en un control electrónico que simula cíclicamente el paso del día a la noche y de la noche al día, que puede pilotar hasta cuatro cargas luminosas compuestas, por ejemplo, por la luz diurna, el brillo de las estrellas, el fuego o alumbrado de las casitas y la estrella de los Reyes. Entrega una potencia de hasta 2.000 vatios por canal. Un microcontrolador programado gestiona todas las funciones.
Como es lógico, para tener tiempo de realizar una preciosa iluminación dinámica para tu Nacimiento o árbol de Navidad debes acceder con antelación suficiente a los circuitos que puedan solucionar tus deseos; hay que estudiar las necesidades de puntos de luz e intensidad luminosa, su agrupación, los efectos y cadencias; luego hay que decidir los detalles electrónicos: el circuito, el sistema de control, el material necesario (y adquirirlo), construirlo, verificar su funcionamiento y, finalmente, instalarlo.
Para trabajar con detenimiento
El circuito que se presenta no es, como podría parecer a primera vista, un sencillo circuito de conmutación alba/puesta de sol. Sólo el hecho de disponer de cuatro salidas en lugar de dos ya indica que se trata de una instalación sensiblemente más compleja (por tanto, más interesante) que los clásicos circuitos de alba y ocaso.
La verdad es que las prestaciones de este circuito, más completas de lo habitual, son fruto de las indicaciones de numerosos lectores que, seguramente, no se limitan a realizar su belén doméstico sino el pesebre monumental de parroquias, centros comerciales, instituciones oficiales, etc. Gracias a ellos hemos diseñado un circuito bastante potente, capaz de controlar cuatro cargas luminosas de hasta 2.000 vatios cada una.
Por supuesto, esto no quiere decir que este control de iluminación no pueda aplicarse a crear interesantes efectos luminosos en el belén de casa: más bien al contrario. Eso sí: puede que los TRIAC de potencia no lleguen ni a calentarse. Pero más vale adentrarse en una descripción más completa de este proyecto analizando las funciones que puede desarrollar. Las cuatro salidas permiten alimentar otras tantas cargas luminosas simulando la evolución de la luz del sol, de las estrellas, de los fuegos y luces de las casas de los pastores y también de la estrella de los Reyes Magos.
Horas de luz
Las luces se encienden y apagan gradual y proporcionalmente siguiendo un ciclo equivalente a una jornada entera. La secuencia completa se ha dividido en cuatro fases denominadas obviamente "Día", "Ocaso", "Noche" y "Alba". La duración de cada fase puede regularse independientemente; para el Día y la Noche, entre 20 y 100 segundos.
Obviamente, estas dos últimas son las más sugestivas: durante el Ocaso la luminosidad del Día disminuye gradualmente mientras en el cielo empiezan a aparecer las estrellas; en un momento dado, antes de que cierre la Noche, se encienden los fuegos y las luces de las casas y del pesebre.
Es más: en un alarde de virtuosismo, el circuito es capaz de reproducir el temblor del fuego en las hogueras de los pastores. Cuando todas las estrellas están completamente iluminadas, aparece también la estrella de los Reyes Magos.