Los aficionados al bricolaje utilizan a las mil maravillas toda clase de materiales rígidos: por supuesto la madera en primerísimo lugar, incluyendo tableros diversos; también el PVC y otros plásticos, además de perfiles metálicos, barras, tubos… En nuestro rincón de trabajo imperan los elementos que sólo podemos cortar mediante una sierra.
En cambio los materiales blandos y en particular los tejidos parecen ajenos a nuestra afición, y nada más lejos: el tapizado es una de las tareas más satisfactorias y ahorrativas del bricolaje. Gracias a los consejos de nuestros lectores Bea y BNF, la renovación de tapizados puede convertirse en el trabajo predilecto de muchos bricolegas.
A primera vista, esta banqueta es una pieza sin mucho futuro, y muchos aficionados descartarían tomarse la molestia de intentar arreglarla, pero el armazón es sólido y está perfectamente sano, es decir, sólo habría que renovar la parte secundaria, el asiento.Lo más efectivo como base para el asiento es una malla de cinchas. Nuestro lector BNF indica que la cincha se vende por metros en Leroy, y es muy fácil colocarla en el perímetro del asiento, sobre todo si otra persona nos ayuda tensando cada tira de cincha a la vez que la grapamos o clavamos con tachuelas de tapicero en el marco. Previamente habremos retirado todo rastro de las cinchas viejas.
Bea recomienda no poner directamente el relleno de espuma sobre las cinchas, “porque cada vez que te sientes va a rozar, y se terminará deshaciendo”. En esta banqueta Bea empleó el algodón fino y resistente de una funda de almohada, aunque hay telas específicas para esa función. En cuanto al material de relleno propiamente dicho, utilizó la guata de varios cojines.
En esta imagen Bea está montando la tela que protegerá el relleno del roce con las cinchas. La grapadora eléctrica es una infatigable aliada en los trabajos de tapizado, con su ayuda el montaje es mucho más rápido y sencillo.
La parte inferior de butacas y sillones también debe forrarse, aunque vaya oculta. Y la razón es impedir la entrada de polvo. Es una labor sencilla, asegura Bea, sólo hay que elegir la tela, cortarla al tamaño apropiado y graparla en la madera del armazón.
Para ocultar las grapas clavadas en la tela, Bea indica varias opciones: pegar encima unas cintas que ya venden hechas en las en mercerías, o bien cortar una cinta fina con la misma tela y pegarla con la pistola de silicona. Otra variante, “un poco más peliaguda” en opinión de nuestra lectora, es coser alrededor de la pieza una tira de la misma tela.
El tapizado se completa dando el perfil adecuado al relleno, para que el mueble tenga una forma elegante y armoniosa. Para ello redondeamos las esquinas de la espuma con un cúter, o bien ponemos sucesivamente capas más finas y pequeñas, como una pirámide. Grapamos encima otra tela, como en la base, y finalmente montamos la tela vista que hemos escogido para el asiento. Así de bien dejaron nuestros amigos la banqueta del comienzo.