Ten en cuenta tus cambios de estilo
Los colores que me gustaban mucho hace unos años no son los que me gustan tanto ahora. Lo mismo ocurre con las técnicas.
En una época en mi casa todo tenía una pátina de Betún de Judea. Me encantaba la técnica y la usaba mucho. Sin embargo ahora estoy más por los tonos claros y sobre ellos, algún toque de color más intenso.
El tema es encontrar nuestro gusto y mostrarlo en todo lo posible (si quienes viven con nosotros están de acuerdo, obviamente). La idea de revitalizar me gusta más aún. Si tenemos un mueble que no tiene gracia y va camino al trastero o la venta, podemos darle una nueva vida.
La idea de hoy es alegre y simple
Vamos a elegir un color para ese mueble, que nos guste mucho. Vamos a preparar el color en dos tonos, uno más claro y uno más oscuro para darle algo de vida y mantener un estilo tanto armónico como moderno, muy diferente al que se conseguiría aplicando una sola tonalidad en todo el espacio.
Para eso hay dos opciones o compramos directamente el color y su tonalidad más clara o simplemente agregamos blanco al color base para aclarar la pintura (esto es lo más simple de todo).
Lo que haremos para lograr conseguir el efecto degradado y volver a dar vida a ese mueble antiguo es pintar el sector superior con color claro y el inferior oscuro, manteniendo la armonía y estilo propios de la pieza.
Comenzamos por el claro
Para conseguir un estilo a modo de degradado cargamos el pincel, pero no mucho ya que el exceso de pintura evitaría el efecto que buscamos y terminaría arruinando toda la pieza.
Comenzamos desde la parte más alta del mueble siempre pintando en sentido vertical, de modo al momento de alcanzar la mitad del mueble (que es donde el color va a cambiar) casi no llegue pintura. Lo que llega es el pincel casi seco.
Continuamos con el segundo tono
En el sector inferior hacemos lo mismo pero en sentido inverso con el color de tonalidad más oscura, aun teniendo cuidado de no cargar demasiado el pincel o brocha que hemos destinado para ello.
Cargamos el pincel pero no mucho, vamos en sentido vertical de abajo a arriba, llegando con el pincel casi seco a donde ya se encuentra el otro color. De este modo se da una transición entre ambos muy natural, sin marcas y que queda espectacular.
Solo es cuestión de elegir colores adecuados para lugares diferentes, teniendo siempre en cuenta tanto el propio estilo del mueble que deseamos recuperar como el del ambiente o habitación para el cual se encuentra destinado