No hay de que avergonzarse al momento de recoger algún mueble antiguo que nos encontremos en la calle. En realidad, esos muebles son los que recogen a domicilio los anticuarios para venderlos una vez restaurados. Sólo que ellos compran lotes, y normalmente no se dedican al acopio de muebles sueltos. ¡Tales joyas quedan para nuestro uso y disfrute, una vez que sus dueños los depositan en el contenedor! Veamos de cerca este singular escaparate.
¡No vayamos a pensar que sólo se encuentran muebles achacosos, en estado de ruina! Estos espléndidos hallazgos de nuestras amigas Irsulinda y Sariwita harán que nos afilemos las garras para salir de cacería.
Irsulinda nos contaba que mandó "a su gordi a recogerlo de la calle, casi me mata el pobre y lo trajo con el maletero abierto". Por su parte, Sariwita no se lo creía cuando lo vio, "está súper bien, sólo para tunearlo y listo".
Nuestra amiga tiene en su casa muchos enseres recogidos, como este precioso espejo. Es el caso también de Apaña, una incansable rescatadora. El buró estaba sin las puertas de arriba, tenía sólo cajones, y la artista encargó a un carpintero las piezas que faltaban. "Le puse unos tiradores y ya está, ahora lo tengo en el salón".
Los enseres de metal pueden limpiarse perfectamente, por muy oxidados que los encontremos. Y en la mayoría de los casos la estructura no se habrá debilitado.
Como sabemos, el secreto de estos fenomenales resultados es la duración excepcional de la madera. A pesar del maltrato y de la intemperie, muchos muebles conservan el armazón impecable, y podrán continuar su vida útil después de unos reparadores cuidados.
¡Hay gran variedad de enseres aguardándonos! Nucarockman nos cuenta que es "muy basurillas", y continuamente restaura cosas pendientes, repartidas por la casa. "En unas escombreras de un pueblo encontramos creo que las piezas de un arado, son cinco, de hierro y de diferentes tamaños, estaban sueltas y no sé como iban montadas. Las hemos ido colocando en la pared de la bodega como apliques de luz y dan una luz muy agradable".
En otra ocasión vio las puertas de un armario viejo en un contenedor del barrio y se llevó una. "La limpié, lijé y di tinte, hoy me queda todavía ponerle el ojo de la cerradura, que tampoco tenía, pero creo que le daría un toque de puerta que quiero conservar. Le puse un espejo y la colocamos en la bodega".
¡Por fin he encontrado algo chulo en la basura! Así empezaba este post de nuestra amiga LolaAB, de lectura imprescindible para todo aficionado a la recolección y tuneo de enseres desechados. El premio a su tenacidad fue un fantástico conjunto de muebles, que ella ha dejado así de alegres y juveniles. ¡Y sólo tuvo que gastar en materiales de pintura!
¿Has recuperado algún mueble de los contenedores?
