Cómo son y qué usos podemos darles
Este sistema está compuesto por tableros de yeso ligados a dos láminas de celulosa multihoja. Podemos encontrar distintas modalidades: básico, resistente a la humedad o el fuego, con aislante acústico, especial para cuartos de baño... aunque todas siguen una misma técnica de trabajo: rieles que encajan formando estructuras metálicas y que permiten levantar tabiques, trasdosar una pared para aislarla o taparla, instalar falsos techos...
Los usos más comunes que se le puede dar son:
* Tabique interior de distribución: sobre una estructura de acero se atornillan, a cada lado, los paneles. Cables y tuberías recorren el interior del tabique, incorporándose durante el montaje de la pared, sin tener que hacer rozas. En medio puede ir un aislante.
* Tabique exterior de separación: se utiliza para separar una vivienda de la de al lado, o las zonas comunes de los edificios. Llevan una o dos estructuras de acero sobre las que se atornillan dos o más paneles, o bien un centro de ladrillo y a cada lado un panel.
* Pared trasdosada: Si es un trasdosado directo, el panel de yeso laminado, con o sin aislante incorporado, va directamente pegado al muro y al panel. Las paredes se ensanchan para mejorar el aislamiento con el exterior.
* Falsos techos: los suspendidos se sujetan con una estructura metálica que va colgada de unas fijaciones especiales al forjado del edificio. Para los techos se usan paneles y perfiles distintos a los empleados para levantar paredes.
Los materiales para realizar estas pequeñas obras dependerán de las necesidades de cada uno. Una de las técnicas más usadas es la que emplea ladrillos de yesería. No siempre es válida, porque los materiales pueden suponer una sobrecarga que causará problemas en el suelo. Asimismo, se debe tener en cuenta, que su puesta en pie no incluye un aislamiento acústico o térmico por sí mismo. Si se trabaja con ladrillo, para aislar es necesario levantar una segunda pared menos gruesa en medio de una y otra, o utilizar aislante. Esto resulta muy eficaz y duradero, aunque roba mucho espacio a la habitación y multiplica el trabajo, así que si eres un aficionado que no dispone de mucho tiempo quizás no sea la mejor opción.
Levantar una pared con puerta incorporada
Si te has decidido por dividir una estancia grande en dos será bueno que dispongas de una puerta que comunique ambas, a la vez que las mantiene independientes. Para comenzar debes marcar un doble trazado en el suelo y en el techo, y así concretar el grosor del tabique. Después habrá que perforar con la taladradora los agujeros para sujetar los canales con tacos y tornillos. Una vez colocados, se instalan los montantes dentro de los canales, respetando una distancia entre ellos de 60 cm.
Para la puerta, se recorta el canal dejando unos 10 cm. de más a cada lado. Debes levantar ese sobrante para preparar el montaje del marco. Una vez hecho, con un hilo de plomo o una regla metálica y un nivel, traslada al techo el lugar exacto donde debe fijarse el canal superior.
Para el dintel, practica unos cortes muy limpios en forma de cuña en ambos extremos del perfil para que el dintel no roce al unirlos. Luego se dobla por el corte hasta un ángulo de 90º hacia arriba o hacia abajo según se atornillan o encajan al dintel.
En el lugar de la puerta, asegúrate de que el sobrante doblado al que se va a fijar la base de los montantes para el marco están en escuadra. Haz la fijación con tornillos o remaches. Por encima del marco realiza el cuadro de imposta con el perfil horizontal rebajado en cuña en las extremidades y atorníllalo a los montantes.
Atornillar canales, montantes y planchas
Traza dos líneas paralelas en el suelo que marquen el grosor del tabique. Para atornillar el canal, haz las perforaciones con una distancia de 60 cm. entre ellas. Corta los montantes a la altura que mide la distancia entre los canales superior e inferior, restándole 5 mm. Conduce en su interior el cableado eléctrico. Encájalos con una ligera torsión.
Sigue colocando los montantes, respetando una distancia de 60 cm. entre ellos. Toma nota de que los primeros y los últimos tienen que estar pegados a la pared de apoyo, antes de atornillarlos. Recorta los paneles a la altura deseada, restándoles 10 mm. Atornilla primero una capa completa del tabique, antes de introducir el aislante.
Fija los paneles con tornillos, alejados 30 cm. como máximo y colócalos a 1 cm. por lo menos de los filos para que no sean demasiado débiles. Cuidado con introducir demasiado las puntas en el cartón. Recubre la otra cara, insertando previamente los paneles aislantes.
Cuidado con las juntas
La unión entre las planchas se remata con pasta de juntas. Sujeta constantemente la espátula con el mismo ángulo para obtener un relleno uniforme. Recubre también la cabeza de todos los tornillos.
La cinta de las juntas se pega sobre la pasta, planchándola con una espátula de arriba abajo. Se da una segunda capa sobre la cinta, pero un poco más ancha que la anterior, y se aíslan los bordes.
En las esquinas, unta los lados del ángulo y presiona sobre la cinta con la espátula antes de enlucir. Deja que endurezca y realiza la pasada definitiva. Una vez seco, si quedan salientes, líjalos.
Procura quitar el polvo de la superficie una vez secas las uniones. La pared queda lista para revestirla con pintura, papel o azulejos. Es importante dar previamente una mano de imprimación.
Ya has conseguido crear un nuevo espacio para tu hogar. Puedes hacerlo en cuantas estancias quieras, para que de esta forma sea la casa la que se adapte a tus necesidades y no a la inversa.