Nuestra amiga Darea y su costillo necesitaban amueblar un dormitorio, y un oportuno hallazgo vino a facilitarles las cosas. La litera que él había tenido de pequeño estaba ahora desarmada y almacenada en el desván de la casa de sus padres. Así que decidieron aprender a tunear una litera y consiguieron un resultado excelente.
La madera es un material de gran resistencia, y, si no resulta atacada por hongos o xilófagos, durará largo tiempo en perfectas condiciones de uso. Para tunear una litera solo basta renovar su apariencia pintándola para obtener muebles nuevos y flamantes. Es lo que han hecho en casa de Darea, con la esmerada ayuda de sus sobrinas.
Aquí vemos la vieja litera desmontada. Su aspecto es bastante sólido, sin duda podrá seguir en activo mucho tiempo. Sin embargo, a nuestra amiga Darea no le gustaba la terminación en el color madera original, bastante impersonal y severo, y se aprestó a rejuvenecerla.
Las sobrinas de nuestra amiga colaboraron animosamente en la tarea. Aquí las vemos en la primera fase del tuneo, el lijado.
"Cuando se cansaba una lo hacía la otra; se complementaron muy bien la verdad", cuenta Darea.
La lijadora desprende mucho polvo, y por ello como vemos la familia decidió realizar las tareas en el jardín.
"Después le dimos una imprimación y un segundo lijado antes de darle la pintura violeta", explica nuestra amiga.
¡Viendo esos largueros queda bien claro que el mueble tiene sobrada solidez!
El costillo de nuestra amiga Darea pintó a pistola la litera, trabajando también en el exterior, algo siempre recomendable con este método.
Además de la litera, nuestros amigos pintaron del mismo color una mesita que habían comprado en madera cruda.
Y el magnífico resultado final puedes verlo en la foto de arriba. ¿Qué te parece el cambio?