Cuando algo se oxida pierde su función, por lo que en cuánto vemos que una pieza de metal se estropea lo mejor es restaurar piezas de metal lo más rápido posible. Con una serie de cuidados conseguiremos que el metal vuelva a brillar como el primer día. Si tenéis por casa cualquier pieza oxidada, seguid leyendo, con sólo 3 pasos podemos arreglarlo
Lo primero que tenemos que hacer para restaurar piezas de metal es eliminar la capa de óxido. Si la pieza es de hierro, utilizaremos directamente un destructor de óxido de hierro. En caso de que se trate de cualquier otro metal (bronce, latón, cobre…), recurriremos simplemente a un desoxidante. Debemos aplicar cualquiera de estos dos productos con un pincel, dejamos actuar y limpiamos la pieza con agua hasta que quede limpia. Por último, repasamos la pieza con una lana de acero fina y secamos bien con un trapo para evitar que vuelva a oxidarse.
El siguiente paso consiste en pulir la pieza para conseguir que vuelva a brillar como al principio. Con ayuda de una muñequilla de algodón debemos aplicar un pulidor abrillantador a base de movimientos circulares hasta que la pieza quede brillante. Una vez que se seque abrillantamos la pieza con un trapo.
Por último, debemos barnizar la pieza de metal con un barniz específico para metales. Si escogemos un barniz en spray, tendremos que aplicarlo en forma de franjas estrechas, a 25 centímetros del objeto de metal y en varias capas, para evitar que se formen gotas de barniz. En caso de que apliquemos el barniz con ayuda de un pincel, debemos dejar pasar ocho horas antes de dar una segunda mano e incluso tres.
Una vez que el barniz seque tendremos la pieza como nueva. Como veis, con muy poco esfuerzo y muy rápidamente podemos conseguir quitar la capa de óxido que impedía que nuestra pieza de metal funcionase o no brillase como el principio.
¿Tenéis algún truco para quitar el óxido en el metal?
Imagen: inkknife_2000 y forero BNF del canal de Bricolaje de facilisimo.