Para rejuvenecerlos tenemos dos opciones: limpieza mecánica a base de cepillo lija fina y estropajo de acero o limpieza química con ácido - peligroso pero más rápido.En este caso utilizo el ácido ya que las piezas tienen bastantes recovecos y al ser desmontables me pareció buena idea.
Para empezar mucha precaución, guantes , gafas y ropa adecuados. También necesitaremos unos trozos de alambre para sujetar las piezas tanto al ponerlas en ácido como a la hora de darles la capa de barniz final.
El ácido que usé es salfumán o aguafuerte; las piezas se sumergen un par de minutos en el liquido que desprenderá toda suciedad, a continuación se enjuagan muy bien con agua y quedan listas para la siguiente fase.
Con el taladro en un soporte se monta un accesorio de pulir, esto consiste en dos ruedas de diferente densidad de tejido y dos ceras especificas para limpiar y abrillantar,; se puede comprar un kit por poco dinero y nos servirá en muchas ocasiones.
Una vez pulidas y abrillantadas las piezas se lavan a conciencia con agua caliente y un jabón neutro, se secan con un paño que no deje pelusa y se cubren con una mano de barniz para metales.
Con esto tenemos candelabro nuevo para muchos años; hay que tener en cuenta que el envejecimiento del latón se debe en gran parte por el contacto con el aire. Con el tiempo la capa protectora de barniz se perderá, sobre todo si lo manipulamos mucho, pero este trabajo es tan sencillo y rápido que podremos repetirlo cuando queramos.
Este trabajo no es adecuado para hacerlo con los peques y recordad que el salfumán es corrosivo, mucha precaución y trabajad con materiales de protección y en lugar bien ventilado.