¿Por qué hay que pugar los radiadores?
Con el paso del tiempo, nuestros radiadores pueden ir acumulando aire en su interior, lo que impide que se calienten por completo. Y es por eso por lo que debemos purgarlos, para extraer dicho aire. En casas de varias plantas lo normal es que se tenga que hacer en los radiadores de las superiores, pues son los que más aire retienen. Esto hace que debamos empezar por ellos. En el caso de que sea una única planta, comenzaremos por los más cercanos a la caldera. De este modo, la primera vez que encendáis la caldera, comprobad que los radiadores se calientan por completo. En caso de que la parte superior esté fría o se produzca algún ruido extraño, entonces es obligatorio purgarlos.¿Cómo lo hacemos?
Para purgar tenemos que comprobar primero que la caldera esté encendida. Después, hay que girar levemente con un destornillador plano el purgador o tornillo de evacuación que hay en el extremo, y dejar que salga todo el aire. Notaréis que este, al salir, hace un ruido característico. Cuando deje de salir el aire y ya solo salga agua, entonces estará listo y podremos cerrar la llave de nuevo.Pero ¡atención! Cuando abráis la llave tenéis que tener mucho cuidado, ya que si lo hacemos de golpe saldrá el agua a chorros y puede variar la presión de la caldera. Si te ocurre esto, tendrás que reponer el agua. Así, después de purgar hay que comprobar que el estado de la presión se encuentre entre 1 y 1,5 bares.
Como veis, es un procedimiento muy sencillo, que hay que realizar manualmente una vez al año, aunque también existen radiadores con purgadores automáticos, como los de aluminio.
¿Habéis purgado los radiadores de casa?
A pesar de que sabemos que purgar los radiadores de tu hogar es un proceso sencillo, este puede parecer complicado para algunas personas, además de que debes tener en cuenta ciertas pautas, ya que de hacerlo mal puedes causarle daño a la calefacción de tu hogar, por lo que si quieres evitar estos inconvenientes te recomendamos adquirir un radiador eléctrico y potable.