Con un montón de trabajos por publicar. Porque en verano he dedicado el tiempo a la práctica del bricolaje y vacaciones totales en lo que se refiere al blog.
Así que, ahora toca ponerse a escribir y compartir lo creado.
Comenzaré por este pequeño revistero. Me encargaron pintarlo en blanco con un efecto envejecido.
Un trabajo muy sencillo, que da una nueva vida a este revistero un poco soso en origen.
Así era cuando me lo entregaron. Soso la verdad. Tal y como lo querían ganaría muchísimo para mi gusto.
Un poco de lija, dos manos de imprimación y otras dos de esmalte blanco satinado, dieron como resultado un revistero totalmente renovado...
El toque final fue, un poco de lija en las zonas más expuestas para darle ese efecto envejecido y una mano de barniz para protegerlo.
Así fue como quedó tras la transformación. En mi opinión mucho más bonito, ligero y actual. Se convertiría en compañero inseparable de un trabajo anterior, restaurando una silla
Espero os haya gustado.
Hasta pronto.