Antes
Después
El trabajo de tapizado en sí era muy sencillo. Lo único que tenía era desmontar los embellecedores traseros que tenían las dos piezas.
Por lo demás sólo hubo que quitar las grapas, retirar el tejido viejo y con él cortar el nuevo utilizándolo a modo de patrón.
Finalmente volver a grapar el tejido previamente unido al relleno rociando un poco de cola en spray para fijarlo mejor al asiento y no se formaran bolsas.
Para terminar, volver a colocar los embellecedores.
Así quedó una vez terminado el trabajo. Una nueva vida para una silla que parecía moribunda.
¡Hasta pronto!