La pintura a la tiza o chalk paint se ha convertido en una autentica revolución a la hora de renovar la decoración de nuestras casas.
Cómo pintar un mueble con chalk paint. Desde hace tiempo tenía ganas de cambiar el aspecto de este mueble, de cuyo acabado roble oscuro estaba cansada. Y, qué mejor manera de actualizarlo que con challk paint.El chalk paint es un material ideal, además de muy fácil de utilizar, cuando se trata de renovar el aspecto de cualquier pieza de nuestro hogar. Con ella podemos transformar cualquier mueble, cerámica, vidrio, barro, metal… e incluso también se puede aplicar sobre tejidos.
No es la primera vez que trabajo con este material, me encanta utilizarlo. Con él he renovado el aspecto de múltiples piezas. En 3 DIYS con pintura, cómo realizar pequeños cambios en decoración, lo utilicé sobre barro. También lo emplee para renovar el aspecto de diferentes piezas de cerámica, barro y cristal en Cómo hacer pintura a la tiza con bicarbonato, ya que ofrece excelentes resultados al mezclarlo con este material, que le aporta textura y rugosidad a las piezas.
Consejos:
No es necesario que lijes la pieza si no tiene mucho uso, a no ser que se trate de puertas o cajones que utilices mucho. Esto es debido a que la pintura se va adherir igualmente, y al no lijarla, además de saltarte este paso, evitas el sangrado del mueble (manchas amarillentas o rojizas del pigmento del color, que aparecen al secarse).Normalmente, con casi todos los colores, con dos capas de pintura es suficiente para cubrir correctamente la superficie. Pero si lo que quieres es cambiar, como fue mí caso, de un color oscuro a uno claro, lo mejor es dar 3 capas.
Si vais a cambiar los tiradores, elígelos con antelación, por si al final tienes que hacer agujeros nuevos y masillar los antiguos. Yo al final decidí mantener los que tenía el mueble, simplemente los pinté con pintura en spray. Una vez secos, los lije ligeramente para resaltar el metal de los mismos.
Cómo pintar un mueble con chalk paint.
Materiales
Pintura a la tiza color blanco (he usado Rust–Oleum Bruguer Chalky Finish): 750 ml.
Rodillo de espuma.
Bandeja de plástico para pintar.
Pincel.
Cera blanca de acabado para muebles (he utilizado RUST-OLEUM): 400 ml.
Paños de algodón.
Brocha de cera (opcional).
Lija de grano medio.
Cinta de carrocero.
Lo primero que tenemos que hacer es limpiar correctamente el mueble con agua y jabón. Una vez seco, protegemos las superficies que no vamos a pintar con cinta de carrocero. Yo la he usado para delimitar el interior de los cajones (los he dejado con el acabado original) y el perímetro del mueble.
El siguiente paso consistirá en preparar la pintura que vamos a utilizar en la primera capa. Para esta primera capa he diluido la pintura con agua, para que quedara más fluida (¡nunca en el mismo bote!).
Con la ayuda del pincel recortamos todos los ángulos y bordes, para después terminar de cubrir la superficie con el rodillo de espuma. Dejar secar al menos dos horas entre capa y capa (respectar los tiempos de secado indicados por el fabricante).
Para las siguientes capas, aplique la pintura sin diluir. Lije ligeramente entre capa y capa (de pintura sin diluir), limpiando correctamente el mueble antes de aplicar la siguiente mano.
Cuando la tercera capa de pintura estaba totalmente seca, usé la lija para desgastar los salientes, ángulos y esquinas, dándole así un toque más natural. En este paso hay que ir poco a poco, de menos a más, ¡no queremos estropear el resultado!
Por último, con la ayuda de un paño de algodón, aplique dos capas de cera blanca. Hay que extender una capa muy fina de cera sobre la superficie, dejar actuar 15 minutos y frotar con un paño de algodón limpio con movimientos circulares.
Dejar secar el mueble durante al menos 12 horas. ¡Listo! ¡Ya tenemos nuestro mueble terminado!
¿Te animas a cambiar tus muebles con chalk paint?
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