Cansados de que en la entrada no hubiera un espacio para soltar unas llaves, ya que el espacio es estrecho y la mayoría de los muebles que veíamos tenían demasiada profundidad decidimos darle un cambio. Además era muy simple y poco acogedora.
Compramos un zapatero muy básico y un espejo, y con una caja de vinos, un palet, papel decorativo y pintura, nos pusimos manos a la obra!!!
En primer lugar, cortamos las lamas del palet a las medidas que necesitábamos para hacer la estructura de la entrada, que se compone básicamente de una encimera y dos costados. Para la encimera decidimos que los cortes no los haríamos rectos para que, en combinación con los agujeros de la madera por los clavos, diera un aire rústico.
Tras pintarla en un blanco roto, ensamblamos la estructura con escuadras y la fijamos a la pared. Montamos el zapatero y lo ajustamos bajo nuestra estructura en el lateral, dejando un hueco libre para luego poner baldas.
También con la madera de palet, hicimos un pequeño estante. Lo pintamos y pegamos en el canto un papel decorativo.
La caja de vinos la pintamos igual y el fondo lo cubrimos con el mismo papel decorativo que utilizamos para el estante. Una vez seca, la fijamos a la pared.
Ya sólo nos quedaba colocar el espejo y otros elementos de decoración que completaba nuestro proyecto.
El total del proyecto no superó los 40€.
Os mostramos el antes y el después… esperamos que os guste y os anime a crear.
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