-antes-
Estas sillas suelen ser de plástico, el asiento como el respaldo se desmontan fácilmente de la estructura con algún tornillo. Procedemos a desmontarlos y trabajamos mejor sobre una mesa o banco.
-desmontando el tapizado-
Como se ve en la imagen tanto el asiento como el respaldo constan de dos piezas, la que lleva la tela y una tapa, suelen ir atornilladas o encajadas a presión, las separamos con cuidado de no romper el plástico y ya tenemos acceso a la zona donde va sujeta la tela.
-desmontaje-
Con una tenaza y un destornillador vamos retirando las grapas hasta soltar la tela vieja, podemos también aprovechar para sustituir la espuma o relleno que lleve.
-quitando grapas-
Para montar la tela nueva necesitaremos una grapadora de tapizar, tampoco hay que invertir demasiado dinero en una, aunque cuanto más calidad tenga mejor y seguro que le vamos a dar bastante uso; vamos grapando la tela al tiempo que estiramos y dándole forma en las zonas curvas. Al ser el soporte de plástico es fácil que las grapas reboten y cueste un poco, incluso algunas se quedan a medio clavar por lo que hay que procurar que donde vaya a ir la grapa este bien apoyado en la mesa para evitar este efecto. Una vez que todas las grapas estén puestas y estemos satisfechos con el resultado terminamos de clavarlas con un martillo, recortamos la tela sobrante y ponemos la tapa.
-tela grapada-
Y ya tenemos nuestra silla disponible para aguantar unos cuantos años más con nosotros. Fácil, barato y práctico.
-silla terminada-