1. Renueva los frentes de toda la cocina con chalk paint. Su efecto a la tiza consigue que sea fácil de aplicar, no requiere imprimación y es muy resistente frente a los golpes.
2. Cambiar los azulejos es más fácil que nunca. Las nuevas pinturas para cerámica secan más rápido, cubren mejor y son aptas para todo el mundo (incluso para los menos manitas).
3. ¿Te atreves con el suelo? Los últimos modelos vinílicos imitan la madera, se colocan mediante sistema de clic y resisten la humedad.
4. Un cambio más pequeño que los anteriores, pero muy efectivo, es renovar los tiradores de la cocina. En una hora, ¡muebles nuevos!
5. Si eres cocinillas, aprovecha un rincón para plantar un minihuerto de aromáticas. ¡Verás qué olor más rico!
6. Diferencia el office del resto, buscando sensaciones más acogedoras. Una opción es emplear un papel pintado de nueva generación que sea resistente a la humedad.
7. Continuando con el office, cambia alguna silla para generar una composición más dinámica o sustituye un par por un banco para aprovechar mejor el espacio.
8. ¿Por qué no eliges otra encimera? Encontrarás materiales de lo más dispares: desde el cuarzo compacto, resistente y en muchos colores, hasta la madera para un diseño nórdico más sencillo.
9. Renovar la iluminación con bombillas LED o la grifería optando por una alternativa con filtro de aire hará que ahorres a final de mes.
10. Las estanterías y las baldas son unas de las tendencias más importantes. Al principio pueden parecer poco practicas, pero conseguirás mantener todo a mano y librarte de lo que realmente no usas.
Un decálogo muy sencillo para que tu cocina luzca más bonita sin invertir mucho dinero. ¡Cuéntanos qué minirreforma vas a llevar a cabo en tu casa! ¡Te esperamos en el próximo post de Vivienda Saludable!