Pero antes de entrar en materia, hemos de señalar que, como es obvio, no todas las neveras son iguales. Dependiendo del tipo de aparato, pueden cambiar el número y el tipo de componentes que lo forman. Pero, en general, su funcionamiento se debe a los mismos principios termodinámicos.
El sistema se sustenta mediante un circuito cerrado de circulación de gas refrigerante que recorre toda la cara posterior del electrodoméstico. Para que éste se ponga en marcha, el frigorífico dispone de un motocompresor. Al activarse, el gas recorre todo el aparato y se transforma, de gas frío a líquido caliente, dispersando el calor del interior al exterior y, a su vez, enfriando los alimentos que están dentro. Estos ciclos los detiene un termostato, que desactiva el motor cada vez que la temperatura se sale de lo que hemos programado.
Tipos de frigorífico
El más habitual es el combinado (más conocido como combi), que tiene dos espacios independientes, uno para el refrigerador y otro para el congelador. Por eso, dispone de dos motocompresores que controlan la temperatura de cada uno de los receptáculos de manera independiente. Más antiguos son los modelos que tienen un sólo compresor para las dos funciones.Los side by side están especialmente pensados para grandes rendimientos (también se denominan americanos). Se trata de amplios armarios frigoríficos, con dos puertas que se abren verticalmente, una para el congelador y otra para la nevera, cada uno de ellos con un compresor. Suelen incorporar algunos extras como dispensador de agua y hielos.
Como es bien sabido, a través de un código de estrellas, podemos saber la capacidad del congelador: cuantas más estrellas, menor temperatura y mayor poder de congelación. Hoy en día todos son de tres o cuatro estrellas, que alcanzan, respectivamente, los -18 y los -24º C, lo que permite mantener los alimentos en perfecto estado durante meses.
Respecto a su consumo, varía mucho dependiendo de su calificación energética: va de la A a la D, siendo A la de mejor eficiencia. La diferencia entre uno y otro está en torno al 40% de ahorro de energía. Por su parte, los frigoríficos con tecnología No Frost también son muy recomendables, ya que no acumulan escarcha en su interior, lo que mejora el rendimiento. Como contrapartida, gastan más electricidad y resecan ligeramente los alimentos, aunque esto último se puede solucionar cubriéndolos con film transparente.
Consejos para un uso adecuado
- Deja que se enfríen a temperatura ambiente los platos que hayas cocinado antes de meterlos en la nevera; cubre los productos y líquidos con film para que no generen exceso de humedad; intenta no abrir y cerrar continuamente la puerta. Estos tres sencillos consejos permiten ahorrar bastante energía.- Coloca correctamente los productos, evitando la obstrucción de las salidas de aire y contribuyendo a la correcta circulación de aire frío. Para mejorar el rendimiento, deja unos 4 cm. de margen entre los alimentos y las paredes del aparato.
- Mantén temperaturas adecuadas en el frigorífico y el congelador. El hecho de que reduzcas en exceso su temperatura, no supone que los alimentos vayan a conservarse mejor. Sigue las recomendaciones del comerciante que te venda el electrodoméstico y, sobre todo, lee las instrucciones detenidamente para no abusar de la capacidad de tu aparato.
* Si vas a ausentarte más de 15 días, vacía y desconecta el electrodoméstico. Déjalo con la puerta abierta para que no se acumulen malos olores.
Algunos trucos de mantenimiento
* Es conveniente quitar el polvo y limpiar cada 4 meses la serpentina que hay detrás del frigorífico para que no se obstaculice el intercambio térmico entre el interior y el exterior del aparato.* Nos aseguraremos de que las juntas sellan correctamente el refrigerador o el congelador: si están deterioradas, se pierde el frío y se malgasta energía. Pon un papel en las gomas de las puertas y, si se saca fácilmente, quizá sería conveniente renovarlas.
* Descongela un par de veces al año para evitar la acumulación de escarcha.