Aunque no es un elemento muy generalizado en los hogares españoles, el triturador de desperdicios es uno de los electrodomésticos que más trabajo puede ahorrarnos a la hora de mantener la pulcritud de nuestra cocina. Deshacerse de casi todo tipo de residuos orgánicos inmediatamente, evitará que aparezcan malos olores en casa y la molestia que supone tener que tirar las basura cada día.
Lejos de ser un capricho sólo apto para los más pudientes, el triturador se está convirtiendo en un elemento esencial en la mayoría de las cocinas europeas, pero es en EE.UU. donde este electrodoméstico se ha convertido en imprescindible e incluso obligatorio en algunos estados.
Qué es y cómo funciona
Un triturador de desperdicios es un pequeño electrodoméstico que se coloca debajo del fregadero y se conecta al desagüe, para que podamos deshacernos inmediatamente de los restos de comida, y así evitar la acumulación de bolsas y bolsas de basura orgánica que impregnan de olores toda la vivienda.
Su funcionamiento es muy sencillo: dejaremos correr el agua fría, posteriormente accionamos el botón de encendido para que se ponga en marcha y, como último paso, dejaremos caer las sobras por el sumidero. Luego, escucharemos cómo el triturador licua los desperdicios de los alimentos para que, acto seguido, el desagüe se los lleve a través de las tuberías. Es importante que recordemos que hasta que el triturador no finalice su trabajo, no podemos desconectarlo.
Este tipo de electrodoméstico no admite todo tipo de desperdicios. Su función es la de transformar los restos de comida en pequeñas partículas de fácil evacuación por la tubería. No debemos utilizarlo como si fuera el cubo de la basura, los elementos no orgánicos o reciclables como plásticos o cartones pueden causar una avería grave.
Además existe cierta clase de residuos que no pueden pasarse por el triturador tales como los restos de carácter fibroso como el apio, las hojas de mazorca de maíz, las cebollas, etc. Las fibras de las que están compuestos estos alimentos también pueden obstruir algunos de los elementos de los que están formados estos aparatos.
El proceso de instalación
La colocación de uno de estos aparatos no debe resultar una tarea complicada para quienes posean unas habilidades intermedias. Es un proyecto que realizaremos en un breve espacio de tiempo, empleando para ello muy poco esfuerzo y un kit de herramientas muy básicas.
No debemos olvidar que vamos a incorporar a nuestra cocina un nuevo electrodoméstico, por lo que tendrá que estar unido al sistema de corriente de la casa. Si no existe una toma cerca, debemos acercar una hasta su posición y para ello deberás conocer los reglamentos locales de electricidad.
Antes de comenzar con la instalación del triturador, debemos cortar el suministro eléctrico de la casa para evitar cualquier tipo de accidente. Acto seguido, colocaremos en la parte superior del fregadero la montura que sustituye a la válvula. Después, hay que ubicar el aparato triturador por la parte interior del fregadero. Lo giraremos hasta tenerlo bien fijado en su lugar concreto de posición.
El tubo de descarga debe conectar directamente con el desagüe y, por último, instalaremos un pulsador de accionamiento en una parte próxima al fregadero, por ejemplo, en la encimera de la cocina. Para finalizar, conectaremos el triturador a la toma de electricidad y, a su vez, al suministro.
Conectarlo al sistema eléctrico
Lo más conveniente es instalar un nuevo circuito independiente para que dote al triturador de la energía suficiente para funcionar, pero en el caso de que no fuera posible, podríamos ajustarlo al circuito de otro electrodoméstico como la lavadora o el lavavajillas.
El interruptor que necesitaremos para que funcione la unidad será unipolar. Por otro lado, si el sistema de circuitos con interruptores ya existía con anterioridad, o lo ha realizado un electricista, las instalaciones eléctricas que tendrás que realizar serán mínimas.
Ventajas de tener un triturador
La primera de ellas es que no necesita mantenimiento preventivo. Si en alguna ocasión se nos atasca, el propio aparato dispone de una llave o mecanismo similar que despeja la obstrucción al ser accionado. Los trituradores tienen un consumo medio de apenas tres litros diarios por persona lo que, traducido a porcentaje de gasto de agua, significa un 0,04 % de aumento en el consumo.
El desconocimiento se convierte en la principal impedimento, ya que poca gente imagina que el triturador es un aparato muy seguro que no está compuesto ni de cuchillas ni de hojas cortantes. Es cierto que los primeros modelos estaban formados por cuchillas, pero hoy es un sistema de martillos el que se utiliza para su fabricación con lo que peligro de corte es por tanto inexistente.