Un ejemplo que te resultará fácil de llevar a cabo es el enlosado de la escalera. Sólo necesitarás para lograr esta sencilla empresa un martillo, un cortador, un cepillo, una esponja o una espátula con borde de goma y una espátula dentada. Además, tendrás que adquirir en alguna tienda de bricolaje los siguientes materiales: cemento-cola o cola en pasta, relleno especial para juntas, rotulador para marcar y las baldosas que más te gusten para la escalera.
Baldosas con ranuras
Si la escalera en la que vas a colocar las baldosas es una zona de mucho tránsito, asegúrate de que las baldosas cumplan dos requisitos indispensables. En primer lugar, que sean resistentes. Déjate aconsejar acerca de los materiales fuertes anti-grietas que mejor aguantan el paso de gente a lo largo del día. En segundo lugar, adquiere baldosas ranuradas para evitar accidentes.Distinguimos dos zonas en un peldaño: la huella (parte horizontal; aquélla que pisamos) y contrahuella (parte vertical). Las piezas que colocarás en la denominada huella deben llevar impresas unas ranuras paralelas para evitar que quien utilice la escalera no se resbale al subir o bajar los escalones. Estas ranuras favorecen el agarre del pie y te ahorrarán más de un disgusto. En cuanto al color o estilo de las baldosas, tu imaginación y tus gustos personales son los que deciden.
Marcar y cortar las baldosas
Una vez que tengamos todos los elementos, cepillaremos bien la superficie para dejarla libre de polvo y suciedad. Tendremos que asegurarnos de que la superficie de los peldaños que vamos a alicatar es lisa. Por otro lado, los peldaños formarán ángulos perfectos de 90º.El primer paso es tomar las medidas de las baldosas. Procederemos a colocar una baldosa en la huella y otra en la contrahuella. Si las acercamos poniéndolas juntas, podremos marcar la altura y la profundidad de ambas con un rotulador. Nos aseguraremos de que esta marca es lo suficientemente visible. Tendremos que dejar una separación de 1 mm. para su posterior ajuste.
Como observamos en la ilustración, las baldosas de la contrahuella tienen la mitad de ancho que las de la huella. Hemos presentado este ejemplo de alicatado porque, aparte de resultar más decorativo visualmente, tiene un motivo funcional: las baldosas de la parte horizontal soportan más actividad y deben ser más anchas para aguantar más.
Tomando como patrón estas medidas, pasaremos a cortar todas las baldosas que vayamos a utilizar con un cortador que raye la superficie, para después partirlas con nuestras propias manos por la línea de corte. Si bien es cierto que podemos pedir en la tienda donde adquirimos las baldosas que nos las corten a medida, la utilización de un cortador no es en absoluto complicada y así, podremos hacer todo el proceso fácilmente desde casa.
Pegado y rellenado de juntas.
Ha llegado el momento de pegar las baldosas. Es mejor que sigamos una línea ascendente pegando desde abajo hacia arriba de la escalera. Con la espátula dentada, extenderemos el cemento-cola o la cola en pasta en la zona vertical en la que colocaremos las piezas de la contrahuella.
Después, procederemos de la misma manera con las baldosas de la huella, haciendo coincidir las líneas verticales y con cuidado de que cubran el canto de las baldosas inferiores. El último paso es el rellenado de las juntas. Con una esponja o una espátula con el borde de goma, aplicamos el relleno y lo extendemos bien. Cuando se haya secado, retiraremos el exceso con una esponja húmeda y pasaremos un trapo. Ya puedes disfrutar del nuevo look de tu escalera.