Una encimera de baldosas o azulejos puede ofrecerle un aire diferente, original y cálido a tu cocina. De hecho, esta opción cada vez es más frecuente en los hogares. En el caso de que ya hayas optado por este sistema, pero desees reemplazar la cerámica antigua, te damos algunas pistas para conseguirlo. El trabajo puede ser algo laborioso, pero, sin duda, el resultado merece la pena.
Material que vas a utilizar
Puedes elegir entre una gran variedad de baldosas, aunque la más habitual para estos trabajos es la de gres esmaltado. Por supuesto, el precio varía según su calidad y medidas. En cualquier caso, conviene que el producto no sea demasiado barato, porque suele ser menos resistente.
Para trabajar necesitarás mortero-cola en pasta, una lija, pegamento, tornillos, silicona y cemento blanco o de color.
En cuanto a las herramientas, es importante que cuentes con: escoplo, destornillador, martillo, mazo de caucho, raspador, rasqueta, esponja, espátula, un cortador de baldosas y un nivel.
Pasos previos
Retirar los azulejos antiguos es quizás el trabajo más arduo, ya que éstos suelen estar fuertemente adheridos. Lo mejor para hacerlo es utilizar un cincel plano y un martillo. Por supuesto, hay que dejar muy limpia la zona, por lo que conviene que elimines los restos de mortero con un raspador y limpies la zona con una lija de grano grueso.
Si alrededor del fregadero hay manchas de humedad, algo bastante frecuente, elimínalas con un producto decapante térmico. Puedes comprarlo en tiendas especializadas.
Cómo poner las baldosas
* Si ya has limpiado la superficie, extiende con una rasqueta una capa de mortero.
* Ve colocando las baldosas, comenzando por una esquina exterior, y golpéalas con el mazo de caucho para que se peguen bien.
* A medida que las pones, comprueba con un nivel que la zona está totalmente nivelada.
* Lo más probable es que cuando llegues a la pared tengas que cortar algún azulejo. Toma bien las medidas y hazlo con el cortador de baldosas.
* Una vez terminado, déjalo secar un día y, a continuación, aplica una capa de cemento blanco o de color. Esto dependerá del tono de las baldosas.
* Extiende el cemento antes de que se seque. Asegúrate de que cubra bien todas las juntas.
* Cuando comience a secarse el cemento, retira el sobrante con una esponja húmeda.
* Puedes conseguir mayor impermeabilidad si aplicas una pequeña cantidad de silicona alrededor de la encimera.
Es importante tener en cuenta que...
* En ocasiones, la filtración del agua estropea el aglomerado, por lo que quizás te veas en la necesidad de sustituirlo, en cuyo caso, corta el trozo en mal estado con una sierra eléctrica y sustitúyelo por una pieza en buen estado. Debes fijarla con tornillos y pegamento.
* No olvides que el grosor de las nuevas baldosas debe ser el mismo que el de las antiguas, ya que el resto de los elementos de la encimera no se van a modificar.