Esto es muy sencillo de evitar, simplemente debemos tener una serie de precauciones antes de colgar nuestro cuadro. En primer lugar, debemos tener en cuenta el tipo de soporte que debemos utilizar para el cuadro en cuestión y, además, el tipo de fijación que utilizaremos para sujetarlo a la pared, dependiendo del material que la componga.
¿Cómo colgamos el cuadro? Pues bien, dependiendo del tamaño debemos colgarlo de una manera distinta:
- Si se trata de cuadro grande, el tipo de soporte que debemos utilizar deben ser las hembrillas, que tendremos que colocar en el marco. Además, en la pared tendremos que realizar una fijación sólida con tacos y alcayatas. No es necesario que hagamos más de un agujero en la pared si sujetamos ambas hembrillas con un cordón resistente.
- Por el contrario, si necesitamos colgar un cuadro más pequeño, simplemente necesitamos unas pequeñas anillas, que sujetaremos en el marco con pequeños clavos o base adhesiva Para fijarlos en la pared utilizaremos ganchos X o soportes 'cuelga fácil'. La ventaja de este tipo de soportes es que apenas dejan marca en la pared por si decidiésemos cambiar el cuadro de sitio algún día.
Para conseguir que los cuadros no se tuerzan, mientras los estamos colocando, podemos utilizar barritas de sujección, que fijaremos en la parte superior del marco. Podemos usar un nivel igualmente para ir comprobando que nos queda bien horizontalmente.
Probablemente, la mayoría de vosotros seréis expertos en colgar cuadros, aunque nunca está de más utilizar esta serie de trucos para que nunca se nos caigan al suelo
¿Cómo colgáis vuestros cuadros?
Imágenes: Chicago Art Department/flickr, Keith Williamson/flickr,