¿Estás pensando en unir ambas estancias? Pues antes toma nota de las ventajas y desventajas de este tipo de cocinas.
Inconvenientes
1 Los olores se extienden con más facilidad. Lo normal es contar con una buena campana extractora en este tipo de cocinas, pero aún así debemos ser conscientes de que estamos expuestos a que el olor se reparta por la casa cuando cocinamos. Por ello, antes de tomar la decisión debemos valorar la frecuencia con la que cocinamos, el tipo de platos...
2 El ruido, ya que al compartir un mismo espacio con una estancia como el salón, también se comparten los ruidos producidos por las actividades que se estén desarrollando en cada lugar, y se mezclen el ruido de la televisión con el de la campana.
3 Se pierde tranquilidad al cocinar. Si para ti la cocina es un remanso de paz, un lugar donde evadirte y trabajar relajadamente, entonces esta no es la mejor opción.
4 Desorden. Si optamos por cocinas abiertas debemos prestar más atención al orden en las mismas, ya que todo está a la vista: utensilios, alimentos, cacharros sin lavar...
Ventajas
1 Espacio. Sin duda, la mejor ventaja de este tipo de cocinas es que ganamos espacio, por lo que es ideal para casas pequeñas. Además, conseguimos ganar también en sensación de amplitud.
2 Más luz natural, ya que el salón suele ser la estancia con las ventanas más grandes, por lo que al tener espacios abiertos permitimos que la luz que entra por ellas fluya por la casa. Además, lo más común es que las cocinas sean espacios poco luminosos, y con esta opción eliminamos este inconveniente.
3 Mayor interactuación, ya que, a la vez que estás cocinando, puedes participar en otras actividades familiares o mantener una mejor comunicación.
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