Esa inventiva de lectores, fruto de la experiencia personal, no se aprende en los manuales de bricolaje. La herramienta viva de los foros es el medio más adecuado para compartir multitud de remedios personales, que nos permiten resolver problemas de montaje, planificar el trabajo, ganar tiempo y aprovechar materiales insólitos.
Los bricolegas invertimos bastantes horas al año recogiendo del suelo tornillos desparramados. Con esta solución, El Tablas ganó el concurso de trucos: un platillo de metal imantado. Aunque lo volquemos, los tornillos no se caen, y sobre una base metálica no se moverá.
Un recurso de Anavazvaz tan sencillo como práctico: cuando un tornillo coge holgura en la madera, basta encolar en el agujero un trozo de un palo de pinchitos. Una vez seco, ya podemos apretar el tornillo con toda solidez.
Transportar muebles a veces resulta imposible. Cheyennes necesitaba llevar una mesa en un vehículo pequeño, y como no cabía la recortó por las patas, añadiendo unos tubillones para poder montarla posteriormente.
Coral-s nos explica cómo hacer el acabado en estuco veneciano: en la última mano, en vez de usar la espátula pasamos un estropajo de acero inoxidable, “con muchísimo cuidado, como acariciando la pared; queda de cine y con muchísimo menos esfuerzo”.
Cuando necesitamos pintar un tubo, Jua52 recomienda colgarlo en horizontal con un alambre rígido. De esa forma podremos ir girándolo cómodamente, sin que se columpie al pintarlo.
Para guardar las lijas sin que se doblen, El Tablas nos enseña otro de sus inagotables trucos: un soporte clasificador fabricado con unas simples varillas de madera y unas piezas de DM.
Y finalmente, Loxly nos explica un truco decorativo: utilizar como elegante balda para cubrir un radiador un retal de mármol, que se puede encontrar a muy buen precio. “Para un recibidor de estilo clásico queda muy bien”, asegura nuestro lector.