Tenía en casa un par de botellas de vinagre y de aceite que estaban vacías. Antes de tirarlas a la basura pensé que podía hacer algo con ellas. Así que les dí una manita de imprimación. Un paso esencial para pintar sobre el cristal.
Una vez que se seca la imprimación podemos hacer casi cualquier cosas sobre la superficie de la botella. Estuve mezclando rojo y blanco hasta que encontré un color que me gustaba. Esto es un poco influencia de mi amiga Raquel, una amante de la combinación del color maquillaje con el negro.
Hice varias composiciones con el ordenador y en vez de imprimirlas en un folio normal usé papel especial para transfer. La diferencia es que este último no absorve la tinta, se queda en la superficie. De este forma, cuando colocamos el papel de tranfer sobre un objeto todo el dibujo se queda impreso. Para poder hacerlo, cortamos la parte de la hoja donde se encuentra nuestra imagen. La pegamos sobre la botella. La cara donde está la tinta, evidentemente, pegada al cristal.
Una vez que lo dejamos fijo con celo frotamos con una cuchara haciendo circulos.
El calor que generamos con la presión del metal nos ayudará a transferir el dibujo. Sólo unos minutos y listo.
Este es un "Finde Frugal", así que si os apetece ver cosas bonitas y un montón de ideas imaginativas, os invito a visitar el blog de Marcela Cavaglieri, "Colorín Colorado".