En la actualidad existe una gran variedad de tipos y modelos donde el fabricante ha dispuesto al público varias combinaciones y modelos, ésto es debido a las distintas necesidades del cliente. El modelo más vendido es el convencional split que está formado por dos unidades, la interior que es el evaporador y la exterior que es el compresor. Otro modelo muy vendido es el modelo llamado de conductos o central, donde la máquina o evaporador expulsa el aire a través de las conductos instalados en la vivienda, éste modelo tiene un coste mayor que el split debido a que su instalación es más complicada y más costosa por los conductos y la propia máquina.
Hay una serie de condiciones que deben cumplir los aparatos de aire acondicionado como es:
Disponer de un termostato para medir la temperatura interior de la habitación para tener un control exacto de la temperatura que deseamos.
Regulador de flujo de aire para controlar la velocidad de los ventiladores, normalmente suelen llevar 3 velocidades pero también los hay con 4 para un mayor ajuste.
Tener un regulador de ángulo de inclinación de las rejillas difusoras, para indicar a que zona queremos que llegue el aire, dentro de sus límites.
Y un sistema de regulador energético que detenga el ventilador cuando éste no este funcionando, los más novedosos cuentan con un regulador de velocidad más conocido como inverter que permite regular la velocidad de su compresor para un funcionamiento más lineal.
También cabe añadir que hay unidades que llevan un filtro electroestático en vez del filtro deshidratador común, el electroestático es antibacteriano muy indicado como purificador de aire y siendo recomendable para personas que padezcan algún tipo de alergia pero también costoso a la vez.
Para saber si nuestro aparato tiene un buen rendimiento respecto a otro, existe un indicador que nos muestra el grado de eficiencia, o más conocido como EER es decir, Coeficiente de eficiencia energética donde nos dice el ratio entre la capacidad frigorífica y el consumo de energía utilizado para obtenerlo. Cuanto más alto es el EER, mejor rendimiento tendría la máquina y tendremos un menor coste energético con un mejor rendimiento. Las unidades pequeñas actualmente rondan un EER de 11 mientras que las más eficientes suelen tener un EER de 13.
La capacidad de un sistema de aire acondicionado se mide en BTU/h (British Thermal Units por hora). La BTU es una unidad de energía utilizada en las industrias de energía, generación de vapor, aire acondicionado y calefacción. En los entornos científicos, la BTU ha sido sustituida por la unidad de energía del Sistema Internacional, el julio. Para una habitación de unos 40 metros cuadrados sería suficiente con 5000 BTU/h mientras que para una sala de 300 metros cuadrados se necesitarían unos 19.000 BTU/h, un valor realmente elevado. Pero a la hora de calcular las unidades de BTU que tiene una vivienda u oficina hay que diferenciar algunos aspectos como por ejemplo:
El número de ventanas que hay en la vivienda u oficina afecta, ya que una mayor entrada de sol dificulta la permanencia de aire fresco o aire caliente en invierno, porque cuanta más superficie quede al descubierto más perdida de temperatura habrá en la habitación.
El número de personas y su actividad también influye en la producción de aire frío/caliente del aparato, porque no es lo mismo un aparato instalado en un gimnasio donde hay un mayor número de ocupantes realizando una actividad más intensa que genera un mayor producción de calor, que una oficina donde se realiza una actividad más sedentaria.
La orientación también es un ingrediente que puede hacer que el aparato tenga que estar activado durante más tiempo a una mayor o menor temperatura, porque si una vivienda unifamiliar esta orientada hacia el sur el aire acondicionado estará funcionando durante más tiempo porque sus ocupantes tendrán calor durante más tiempo. Otro componente que puede afectar al edificio y a su vez al aparato es la sombra que pueden proyectar otros elementos como puede ser los árboles, otros edificios, etc.
¿Cuál me compro?
Existen aparatos de aire acondicionado de muchos tipos: unidades de ventana, unidades de pared, sistemas portáties, aparatos de climatización central para toda la vivienda, por conductos, de techo, etc. Hace unos años los aparatos de ventana eran los predominantes en el mercado doméstico pero ahora lo que manda son los sistemas de split o de pared, que constan de una o más unidades interiores y una unidad exterior donde se encuentra el compresor. Los sistemas de suelo, de conductos o los centrales tienen una mayor complejidad a la hora de instalarlos por lo que su coste es mayor, algo que al final no suele rentar para una vivienda de tamaño medio.
Como mínimo se debe exigir que el aparato de aire acondicionado disponga de termostato ajustable, al menos dos velocidades de ventilador, ajuste de las rejillas difusoras y una óptima regulación energética que detenga el ventilador cuando la unidad no esté enfriando. También es importante que los filtros se encuentren en una posición que sea accesible y de fácil manejo para poder quitarlos y así prodecer a su limpieza. Algunas unidades incorporan un filtro electrostático en lugar de los filtros comunes. Esta es una opción que será muy valorada por las personas que padezcan de alergias.
El EER o Ratio de Eficiencia Energética sirve para medir la eficiencia de una unidad concreta de aire acondicionado.Cuanto mayor sea el número mayor será la eficiencia y menor será el coste de funcionamiento del aparato. Las unidades pequeñas actualmente rondan un EER de 11 mientras que las más eficientes suelen tener un EER de 13. No te preocupes si tu unidad no llega a los valores máximos aqui mostrados, normalmente las más vendida y valoradas se encuentran por debajo.
La capacidad de un sistema de aire acondicionado se mide en BTU/h (British Thermal Units por hora). Un mayor número indica una mayor potencia. Para una habitación de unos 40 metros cuadrados sería suficiente con 5000 BTU/h mientras que para una sala de 300 metros cuadrados se necesitarían unos 19.000 BTU/h, un valor realmente elevado.
Sin embargo, el tamaño de la habitación no es el único factor que contribuye al cálculo de la capacidad, hay otros elementos que tambien hay que tener en cuenta y que son importantes: El número y tamaño de las ventanas, la orientación de la sala a refrigerar, la cantidad de luz que entra en la habitación, el nivel de aislamiento con respecto al frío o al calor, cuanta gente utiliza la sala habitualmente, el número de ordenadores o aparatos eléctricos, en caso de que los haya.
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