Cuando hace mucho calor, lo mejor para mitigarlo es instalar un equipo de aire acondicionado. Lo que antes era un auténtico lujo sólo para ciertos privilegiados, hoy supone un electrodoméstico más, asequible y funcional, que no puede faltar si queremos pasar un verano sin sofocos.
La mayoría de estos aparatos utilizan la climatización, un proceso de tratamiento del aire que permite modificar ciertas características del mismo, fundamentalmente humedad y temperatura, aunque también permite controlar su pureza y su movimiento.
Los equipos de aire acondicionado controlan las moléculas del aire para subir o bajar la temperatura del mismo, y así generar ambientes cálidos o frescos, dependiendo de las necesidades. Del mismo modo, pueden controlar la cantidad de agua en el aire, lo que condiciona la sensación de humedad.
Asimismo, mejoramos el confort dentro de los hogares gracias a estos sistemas, ya que son capaces de redirigir el aire para que se mueva homogéneamente por toda la casa, evitando desagradables corrientes. Las labores de purificación del aire y limpieza del mismo permiten eliminar partículas suspendidas perjudiciales para la salud.
Sistemas 'split'
Cuando utilizamos un aparato de aire acondicionado podemos usar la climatización para conseguir refrigerar un ambiente. El sistema es similar al de un frigorífico, sacando el calor del interior de la nevera y expulsándolo en la cocina. Los sistemas 'split' están formados por dos unidades, una externa y otra interna, enlazadas entre sí a través de tubos de cobre.
En verano, la unidad interna obtiene el calor del ambiente y lo descarga en el exterior. Mientras, el aparato que está en el interior, además, distribuye el aire fresco y limpio en la habitación, de un modo uniforme para evitar corrientes de aire.
En invierno el proceso es el mismo, pero a la inversa, consiguiendo obtener el escaso calor del exterior para suministrarlo al interior del hogar. Cuando un equipo de aire acondicionado dispone de la capacidad para poder calentar el ambiente, se dice que incorpora una 'bomba de calor', convirtiéndose en un sistema cómodo y versátil para solucionar las temperaturas extremas en cualquier época del año.
El hallazgo del Lord Kelvin
A este científico debemos el experimento que sería el germen de los actuales sistemas de aire acondicionado. En el año 1842 descubrió que, mediante un circuito frigorífico basado en la absorción del calor, utilizando un gas refrigerante, podía conseguir un ambiente de temperatura agradable.
Para conseguir ese efecto halló los siguientes principios:
* Que el calor se transmite de la temperatura más alta a la más baja,
* que el cambio de estado de líquido a gaseoso absorbe calor,
* y que la presión y la temperatura están directamente relacionadas.
El modo más saludable de usar el aire acondicionado
Muchas personas creen que estos sistemas son perjudiciales para la salud y los consideran responsables de resfriados y gripes. Nada más lejos de la realidad si conseguimos una temperatura ambiente estable en el hogar. Además, no olvidemos que la mayoría de estos equipos incorporan sistemas de filtrado del aire que permiten purificarlo y eliminar elementos nocivos como bacterias, polvo, humo de tabaco...
Para conseguir que el aire generado por estos sistemas no sea perjudicial, lo primero que debemos hacer es evitar que el flujo de aire frío dé directamente a personas y animales. Lo segundo a considerar es que siempre hay que evitar que la diferencia de temperatura exterior con la del interior sea mayor de 10º.
Dicho de otro modo: en verano, un golpe de frío o de calor al entrar o salir de una habitación puede provocar enfriamientos y una sensación muy incómoda derivada del cambio brusco de temperaturas. Evitaremos más de 10º de contraste de temperatura recurriendo al termostato del equipo.
Falsas creencias
Suele ser una opinión generalizada considerar que los equipos de aire acondicionado consumen demasiada electricidad. No es del todo cierto, pero si se desea utilizar menos, existen sistemas de bajo consumo que permiten ahorrar energía. Además, los sistemas con bomba de calor también suponen ahorro, ya que permiten prescindir de la calefacción.
Por otro lado, también es frecuente la creencia de que los aires acondicionados contaminan. Desde 1948 existen normativas para la fabricación de este tipo de equipos que minimizan su impacto ambiental. En el caso de los sistemas de aire acondicionado Daikin, éstos cumplen con todos los requisitos nacionales e internacionales en la producción de sus equipos, además de ser la única empresa que posee el certificado ISO 14001 que distingue una óptima gestión medioambiental.