¡Hola amigos! Una vecina está muy liada con los preparativos de la Comunión de su hijo, y me ha preguntado de qué manera puede conseguir una mesa grande para organizar la merendola en el jardín.
Todos sabemos que, cuando hay muchos niños congregados, es mejor tenerlos juntos y al alcance de la vista, para evitar (o reducir) los contratiempos, que nunca faltan con bandadas de peques invitados 'explorando' la casa con digamos variadas intenciones
De modo que todos al jardín, y puerta cerrada.
He pensado que mi amiga puede obtener dos mesas con este sencilla receta de 'carpintería rápida': compramos un tablero de contrachapado en las medidas habituales de 2,44 x 1,20 metros, y pedimos allí mismo que nos lo corten en dos piezas de 244 x 60 cm.
Ya tenemos dos mesas que bastan para acoger a una buena pandilla de comensales. El ancho será de 60 cm, suficiente para que los pequeños están a un lado, y las mamás hagan el suministro y la intendencia por el otro.
El segundo banco se puede poner en paralelo, dejando una separación central para atender a las dos hileras, un poco al estilo del almuerzo Amish durante la construcción del granero, en "Único testigo".
Colocados sobre parejas de caballetes, y cubiertos con sendos manteles, quedarán tan elegantes como mi amiga desea. Es una solución frecuente.
¿Y si el tablero no es lo bastante firme para soportar el peso de los alimentos, las bebidas y demás? Muy sencillo: lo reforzaremos por debajo con un ángulo de metal, tal como vemos en la foto.
¿Alguien ha puesto en práctica la idea con el refuerzo añadido?
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