Anteriormente ya hice uno (para verlo: Revistero efecto envejecido), aquel fue por encargo, esta vez lo hice por gusto y dándole un toque algo distinto.
Aquí os presento el antes y el después...
Antes
Después
El tono principal vuelve a ser el blanco. Pero esta vez lleva una pátina gris y el toque de la cuerda de cáñamo, que le aporta calidez.
Como utilizaría chalk paint no lijé el revistero. Lo que sí hice fue limpiarlo bien con amoniaco para retirar cualquier rastro de grasa, polvo o suciedad.
Una vez bien limpio y seco, le di una mano de pintura a la tiza directamente. Y pasado el tiempo requerido le di una segunda mano, pero esta vez diluida con un poco de agua.
El siguiente paso sería darle una pátina con tinte al agua gris diluido. No lijé la anterior pintura. Quería que tuviera un aspecto tosco, rústico...
Ahora sí lo lijaría. Pero sin miedo, y por zonas. Además, después de lijar, volví a darle pinceladas sueltas con chalk paint de nuevo.
Lo barnicé. Y tanto en los laterales como en la zona de agarre lo forré con la cuerda de cáñamo pegada con cola caliente.
Et voilá... ¡qué bonito revistero! listo para decorar y aportar calidez a cualquier rincón de alguna casa...
Hasta pronto