Esta mesita es la que tenía mi tío de pequeño como mesilla de noche. Aquí en el pueblo la tuvimos un tiempo al lado del sofá cómo mesita auxiliar y después la subimos al tejado hasta que este verano la he vuelto a rescatar.
Como veis la pintura blanca de las patas está sucia y desconchada, los pomos de los cajones no estaban puestos, el barniz sucio y desgastado y con manchas en la parte de arriba.
Al abrir los cajones nos encontramos con este papel infantil cubriendo el fondo de éstos.
Y a restaurar!
Limpiamos con agua y vinagre para quitar la suciedad y la grasa. Quitamos el forro del interior de los cajones. Una capa de esmalte blanco a las partes blancas del mueble. Una capa de barniz brillante a las partes de madera. Con cola blanca pegamos los pomos. Dejamos que todo seque y colocamos el mueble en su sitio.
Ha sido una restauración bastante rápida y sencilla. ¿Que os ha parecido?
*Irene*