Arreglar una báscula de tienda, es sencillo si se tiene las herramientas y conocimientos adecuados. Los enseres antiguos de los comercios tienen para todos nosotros cálidas evocaciones, y son muy apreciados como elementos decorativos en los hogares. Alacenas, fresqueras, aparadores y estanterías que antaño estuvieron en colmados y ultramarinos se han convertido en muebles que apasionan tanto a los profesionales de la decoración como a los bricolegas.
Nuestro lector SonSenyora ha tenido la fortuna de arreglar una báscula de tienda, y le ha dado el cuidadoso tratamiento que merece una pieza tan singular y entrañable. Gran experto en restauraciones, el artista nos ha explicado con todo detalle cada capítulo de la tarea, que ofrece un enorme interés. !Vamos a verla paso por paso!
"Hace unos meses cayó en mis manos para arreglar una báscula de tienda, de aquellas clásicas que existían en las tiendas de ultramarinos. Por cierto, preciosa palabra, ¿no os parece?", comenta nuestro amigo SonSenyora. "La idea era una restauración lo menos invasiva posible, pero me temo que el estado de la pieza no lo ha permitido". Aquí vemos la parte trasera de la carcasa exterior, y el frontal, muy oxidado.
SonSenyora sigue detallando los pormenores de la báscula: "Bajo la carcasa exterior se encuentra alojado el mecanismo de peso, que resulta ser bastante sencillo. Estas son las fotos antes de su restauración, aunque ya limpio. Lo más llamativo ha sido precisamente eso, el estado de extrema suciedad en que se encontraba la báscula... años y años de polvillo de mortadela cortada fina (digo yo) había ido acumulando grasa y polvo, hasta formar unos pegotes que sólo han salido después de darle mucho cepillo y agua a presión. Aquí se ve por su parte exterior".
"Una vez acabada la laboriosa tarea de limpieza, se ha pintado en el que me parecía el color original del mecanismo de pesada, rojo inglés. En la segunda foto se puede apreciar mejor el sistema de peso, realmente sencillo".
A continuación, nuestro amigo SonSenyora lijó todo el óxido de la carcasa. "Era tan profundo y extendido que no he podido mantener la pintura original, como era mi intención, así que después de varias pruebas de mezcla de color, encontré una hecha con azul turquesa, blanco y gris ceniza que me pareció la más similar a la original, y esa he utilizado. Está dada en una única mano con el cepillo muy muy escurrido, ya que no quería un objeto repintado a la perfección. Aún así, ha acabado más pastelón de lo que esperaba, y al final del proceso lo arreglaré. Ya os contaré como".
"Como veréis, la carcasa superior ya está montada sobre el mecanismo de pesada, aunque aún falta conectarlo. Lo haremos mediante los dos agujeros más estrechos que se ven en el lateral. El tercero, el redondo, da acceso a un mecanismo que sirve para que el movimiento de la aguja que marca el peso vaya más rápido o más lento, lo que también afecta a la sensibilidad del peso".
"Los orificios que antes comentaba para conectar el contrapeso llevan un par de embellecedores, que no ha habido más remedio que lijar, demasiado para mi gusto, pero no había forma de limpiarlos, o yo al menos no la he encontrado".
Sonsenyora muestra aquí las piezas antes y después, y ya montadas en su sitio.
"La báscula está montada sobre cuatro patas regulables, de las que lamentablemente falta una. La cuarta irá sustituida por un tornillo del mismo ancho que el de las patas originales, y, para el apoyo, dos tuercas".
Vemos las patas ya limpias con la Dremel, utilizando el accesorio de cepillo de púas metálicas, y ya montadas sobre la base.
"El mecanismo de contrapeso es el que permite hacer pesadas de hasta 10 kilos. Basta para ello ir corriendo la pesa a través del carril metálico y haciéndolo coincidir con la numeración que tiene. Este contrapeso, como veréis, también tiene los efectos del tiempo, y como está cromado, imposible de recuperar en su antiguo esplendor. Me he tenido que conformar con fregar y fregar hasta eliminarle toda la porquería", cuenta nuestro amigo SonSenyora.
"Empezamos ya a darle forma al trasto. Aquí aparece montada la trasera del indicador de peso. Veréis el mecanismo y esa especie de péndulo que aparece en la parte inferior derecha de la foto se engancha con el mecanismo interior, conectando ambos. La vista que tenemos en la foto corresponde a lo que vería el cliente, a falta de ponerle el panel que indica el peso. La aguja indicadora que se ve en la foto tiene otra aguja paralela que estaría detrás, por la parte que ve el tendero".
"Sobre este orificio redondo se pondrá en su momento el platillo porta objetos. Lo más curioso es que, al desarmarla, me encontré en su interior varias piezas, unos trozos de plomo que supuestamente deben servir para equilibrar la báscula. Me cabe la duda si en realidad no son para trucar la báscula... mal pensado que es uno", señala con humor nuestro amigo.
"Vamos terminando ya. A continuación, se montó el soporte del platillo de pesada. En esta ocasión, también estaba tan oxidado, que ha sido imposible mantenerlo en el estado original, por lo que una mano muy seca de rojo inglés, y arreglado. También se puede ver el contrapeso, ya montado, mediante los tornillos que se insertan en el interior del mecanismo".
Y aquí tenemos la preciosa báscula, impecablemente restaurada por nuestro amigo SonSenyora. ¡Admirable trabajo, enhorabuena y a disfrutarla!