Hace poco más de un mes, adquirimos esta original GAC Custom 400 víctima de varias personalizaciones caseras y posteriormente dejada en el olvido:
La encontramos completamente pintada a spray azul y blanco y con el sillín totalmente desarmado, sólo quedaba el "hueso", por así llamarlo. No quedaba nada de su apariencia original y, según delataban los tornillos y el interior del cubrecadenas, anteriormente la habían pintado de rojo también. Cuál sería su color original? Todo un misterio...
Primero de todo, le dimos una buena dosis de desincrustante para desmontar y evaluar daños:
Cuál fue nuestra sorpresa, que al retirar el embellecedor de la horquilla apareció el color original de nuestra GAC... amarillo!! Pero no era posible retornar ese color original, ni tampoco era nuestra idea para ella.
Aunque parezca mentira, gracias al baño de pinturas, el anterior dueño logró crear una capa protectora y detener así el proceso de oxidación de los cromados. Sólo tuvimos que retirar la pintura y pulir como explicábamos en una de nuestras entradas anteriores: Cesare Rizzato parte I.
Una vez limpias y pulidas todas las piezas, les dimos una capa de barniz transparente para protegerlos del óxido.
Tras recuperar los cromados, nos dispusimos a cambiarle el aspecto al cuadro. Primero, lijamos bien para igualar toda la superficie y, posteriormente, imprimar y pintar:
Escogimos el color negro mate y mantener los cromados originales para cambiar completamente la imagen de la bicicleta y darle así un aspecto mucho más sobrio y elegante.
A lo que quedaba del sillín y los pedales le dimos una capa de pintura en spray blanca para protegerlos también y darles más color.
Debido a su mal estado, tuvimos que renovar todos los rodamientos del juego de dirección. Para ello reciclamos uno de los juegos que teníamos proveniente de despieces de bicicletas imposibles de recuperar. Si es que en nuestro taller lo aprovechamos todo...
Una vez todas las piezas restauradas y pintadas, llegaba la hora de montar de nuevo.
Por experiencia, os recomendamos que os aprovisionéis de un gran número de tornillos, tuercas y arandelas de varias medidas porque, normalmente, en todas las restauraciones es casi imposible recuperar y mantener los originales.
Tras el montaje, decoramos levemente a nuestra pequeña GAC:
Tras unos toques dorados, trabajo terminado. Ya teníamos la pequeña GAC Custom 400 lista para su nueva vida:
Qué os parece? Increíble cambio, verdad? Pues ésto sólo es el principio, no os perdáis la segunda parte de esta entrada y la nueva tarea de esta maravillosa bicicleta.
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