Nuestro lector Sances necesitaba un soporte adecuado para realizar cómodamente sus continuos proyectos, y no sabía si comprarlo o fabricarlo él mismo, poco tiempo le duró el dilema, ya que es un experto en los montajes con madera. Examinando diversos bancos de los bricolegas del foro perfiló su diseño, que ejecutaría con tablas de palet, su material preferido.
El banco de trabajo es el aliado fundamental en toda clase de labores, singularmente los de carpintería. Mientras soñamos con tener algún día un fabuloso banco escandinavo, mataremos el gusanillo con un mueble de fabricación casera, modesto pero sumamente práctico, y por añadidura baratísimo. !Sigamos las evoluciones del amigo Sances!
Sances es un infatigable artesano reciclando palets, con ese material aborda continuamente proyectos de todo tipo: mesas, espejos, gallineros?
La resistencia de la madera nos asombra cuando, al pasar por una obra, vemos un palet soportando una monstruosa carga de losetas, o cualquier otro elemento constructivo. Es lo que llamó la atención de nuestro amigo Sances: necesitaba unas patas bien robustas para la mesa, y se decidió por unos palets cargados con tela asfáltica, material que plancha sobre plancha puede alcanzar un enorme peso.
Obtenidos los citados palets, vemos aquí el replanteo que suele hacer nuestro amigo para decidir los pormenores del diseño.
Los travesaños de refuerzo van ensamblados a caja y espiga en las patas. Para aumentar la resistencia del armazón, Sances puso escuadras en las uniones, ya que, según afirma, "no deja de ser una mesa de trabajo", y por tanto se verá sometida a tensiones permanentes.
La construcción avanza. Los travesaños en la base tienen capital importancia en un banco de trabajo, ya que contrarrestan el temible brazo de palanca ocasionado por el vaivén de un serrucho, de un cepillo de carpintero, incluso de una lima.
¡Un montaje rápido, sencillo y muy robusto! Todo ello nos complace todavía más cuando recordamos que el gasto en materiales ha sido ínfimo. Comprar una mesa de parecido tamaño y prestaciones puede costarnos fácilmente 200 euros.
Vista lateral de la mesa. "La parte de abajo la incliné unos grados hacia el lado donde pondré unos cajones más adelante, para que cuando deje la herramienta venga hacia mí", explica nuestro amigo Sances. Un detalle que podemos observar en los mejores modelos profesionales.
El artista ya dispone de una eficaz mesa de trabajo para llevar a la práctica sus diseños de carpintería. Ahora piensa completar el accesorio con varias mejoras, entre ellas una mordaza de banco para sujetar las tablas. ¡Estaremos pendientes de sus avances!