Si en el post anterior cambiábamos a nuestro estilo una cómoda básica en esta ocasión vamos a ocuparnos de otro básico de Ikea, la mesa LACK (si el nombre no te suena seguro que si te digo que es la que vale 10 euros caes):
Cuando llegué a esta casa los únicos muebles que había eran dos mesas LACK blancas. Yo no soy especialmente partidaria de estas mesas porque me parece que ocupan mucho (mi casa es muy pequeña) y encima no tienen cajones (yo siempre SIEMPRE ando escasa de espacio para almacenaje)... pero ya que estaban aquí ¡algo había que hacer con ellas!
En esta ocasión he utilizado también chalk paint. El kit es bastante completo porque además de los 225 ml de pintura viene un rodillo de espuma que nos sirve perfectamente para pequeñas superficies.
El último ingrediente para tunear estas mesitas fue esta washi tape con un poco de textura, de unos 5 cm de ancho... justo la medida del ancho del tablero de la mesa ¡casualidades de la vida!
Y ahora toca pintar, esta pintura seca bastante rapidito, una suerte teniendo en cuenta que tendrás que darle unas cuantas manos... hasta que quede a tu gusto. Es lavable, si se llama chalk paint es precisamente por eso, porque tiene un acabado de superficie de pizarra de tizas y un mate empolvado muy de moda ahora... simplemente pasa un pañito húmedo por encima, como cuando de peque te tocaba limpiar la pizarra de clase.
Cuando hayas terminado simplemente pega una tira de washi tape por el borde de la mesa, trata de que el diseño del washi tenga algo que ver con el color de la chalk que has elegido y el color de base de mesa, un color en común es una buena combinación, por ejemplo. Yo tuve si o si que colocar dos cestitas debajo de cada mesa para las toneladas de ovillos de lana que tengo, era un espacio que no podía desaprovechar...
¡Y ahora os toca a vosotros!
Si os animáis me encantaría ver vuestras mesas únicas y originales.