Después de vivir en tres casas durante los cinco años de matrimonio que llevamos, he aprendido más de un par de cosas sobre colgar objetos en las paredes. La idea aquí es que veas que resulta muy sencillo y no es necesario tener las cosas amontonadas por meses, alargando esa sensación de que aún no vives al 100% en tu nuevo hogar.
Para eso lo primero es lograr acoplar cada elemento a su pared ideal. Pensar cuál sería el mejor elemento en esa pared, ya sea con lo que tienes disponible o para salir de compras. Podrías poner una pintura, fotografía, espejo, artesanías, póster, mapa, etc. Para esto existen dos caminos, si tienes el elemento ya comprado o si tienes la pared vacía en busca de.
Revisar el espacio disponible en horizontal y vertical, lo mejor es medirlo.
Valorar si en esa pared además hay otro elemento adosado, mobiliario, ventanas, estantes, apagadores, lámparas, etc.
Encontrar la ubicación dentro de esa pared. Si hay otros elementos valorar el conjunto, si deseas que esté centrado o alineado, etc.
Marcar el punto donde debe colocarse el soporte. Puedes poner pasta de dientes en el objeto donde va el soporte y ponerlo en la pared para que deje la marca de donde va el punto.
Debes estar segura de que la pared tiene el refuerzo necesario para soportar lo que vayas a poner, sobre todo en paredes de estructura liviana.
Si el elemento es liviano lo puedes poner con esos ganchillos que se clavan con un martillo pequeño. Si el elemento es pesado necesitas ayuda de un taladro con la broca para el material de la pared, un acople y un tornillo.
Es muy importante tomar en cuenta las paredes cuando estas decorando, se logra un gran cambio al poner un cuadro o un espejo. Sin embargo, es importante que ese cuadro o espejo tenga la dimensión correcta para esa pared, así como su ubicación, y como se comporta en conjunto con las otras piezas existentes.
No debes tenerle miedo a un martillo o un taladro. No son tareas imposibles ni eternas, en poco tiempo logras el propósito y verás como mejora tu hogar.
Valeza