Recordemos que el gran aliciente para la mayoría de aficionados es hacer una maqueta nueva cada año. ¿Y qué hacen con los belenes de años anteriores?, nos preguntamos. Simplemente los desechan: bien los regalan a entidades benéficas, o bien los reciclan para sacar los materiales aprovechables.
Como en todo proyecto serio y que requiere dedicación, comenzaremos por coger lápiz y papel para diseñar nuestro Belén
Es la manera de fijarse un rumbo, un programa, que naturalmente puede encajar nuevos detalles continuamente.
En un Belén hay tareas para todos los grados de habilidad, por lo que los niños pueden participar activamente en la ejecución, ¡y por supuesto en el diseño, explicando cómo quieren su Belén!
Para ayudaros con la inspiración, os invito a contemplar las magníficas creaciones de dos jóvenes y expertos belenistas, Adolfo de los Santos y Joaquín Gaviño.
¿ya ustedes prepararon su Belén?